Parodias, pastiches y fetichismo. El arte en degeneración de la posmodernidad a través de Fredric Jameson.
Existe una idea muy extendida entre los críticos literarios en particular, aun cuando está codificado en la perspectiva cultural de la gente, de que la intertextualidad es la característica posmoderna por excelencia; antes de nuestro tiempo no existía ninguna clase de diálogo extracultural entre diferentes contextos u objetos del ámbito cultural. Un ejemplo practico lo podríamos encontrar en la reseña que harían en Estado Crítico con respecto de de Los electrocutados1 donde se nos concede una interesante explicación: voy a intentar explicar por qué no me ha gustado, siendo como soy, un apasionado de la literatura posmoderna, fragmentaria, lúdica, intertextual e iconoclasta.2. No entraremos en si le ha gustado o no la novela al citado, cosa totalmente irrelevante para nuestros intereses, y nos fijaremos en la retahila de adjetivos que desfilan danzarines ante nuestros ojos; hace una caracterización de adjetivos concatenados propios de Lo Posmoderno: fragmentario, lúdico, intertextual e iconoclasta.
¿Cual es el problema de esa caracterización del posmodernismo? Que obvia cualquier otra clase de obra anterior a la posmodernidad que cumpla esos requisitos. Es muy fácil acudir al ejemplo de El Quijote, de Miguel de Cervantes, que es intertextual, fragmentario, lúdico e iconoclasta y lo es, además, infinitamente más que Los electrocutados; si la caracterización posmoderna vale para una novela del siglo XVII, ¿puede ser así de forma efectiva la posmodernidad? No. Pero entonces parecemos quedarnos huérfanos de todas nuestras ideas preconcebidas sobre que supone la posmodernidad y la cultura contemporánea por lo que, en último término, se hace imperativo poner El Quijote como una excepción. Por supuesto esto se refutaría con citar otras posibles referencias pero, mejor, daremos voz a un experto en este tema en particular: Steven Moore.
- Del cual ya habría una crítica en este mismo blog donde se la definía en términos tan (hipotéticamente) posmodernos, y venidos al caso, como que su entendimiento literal es imposible, como en toda novela, que siempre se ha de interpretar para ser comprendida. ARBONÉS, A. El lenguaje es un virus en la medida que la existencia su contingencia. 2012. En linea: http://www.skywaspink.com/?p=7444 (16−02−2012) [↩]
- MORAGA, J.M. El electrón es burdo , 2011, En linea: http://criticoestado.blogspot.com/2012/02/el-electron-es-burdo.html (16−02−2012) [↩]