En la mañana
te descubres en sangre,
honor marchito.
1.
Uno de los elementos claves de Only God Forgives se nos da en el uso de la fisicalidad ajena de sus personajes, o lo que es lo mismo: las sombras, los reflejos y sus ausencias. Este uso de lo que hay más allá nos sirve para interpretar la película por aquello que tiene de manifestación del subconsciente, de lo que se calla y se quiere callar, ya sea por sobrentendido o por qué no se desea traer a la luz. Ahí entra en juego la sombra. El único personaje del cual vemos de forma constante una sombra bien definida, formada como simétrica de la persona y no una mera proyección de luz cegada —eso en el caso de que tenga sombra en absoluto, como es el caso de Julián, cuya sombra apenas sí se ve en una ocasión — , es Lt. Chang: cuando canta en el karaoke, su sombra parece estar ante una tribuna adoctrinando; cuando hace valer su justicia, su sombra baila al son de la espada; a veces cuando no lo vemos, podemos ver a su sombra actuando por él: caminando, reflexionando, vengando —pudiendo ser su sombra no literalmente su sombra, sino su figura a medio vislumbrar en la oscuridad o en el fuera de plano que sólo nos deja ver sus manos — . Incluso en el ámbito más prosáico, ¿de donde extrae su espada, la cual nunca vemos portar? De su espalda, la sombra de su parte frontal; e incluso de la espalda, lo extrae de su sombra: sale de ella, pero más allá de ella: su espada nace a la sombra que proyecta el punto ciego de su espalda. Lt. Chang es todo sombra.
¿Qué es entonces la sombra? Una proyección del espíritu interior, por eso las sombras parecen estar siempre en una situación de máxima tensión: alargadas o encogidas cuando se encuentran ante Chang, esperando su juicio; por eso en el karaoke parece un reflejo de sí mismo, porque está manifestando allí su verdadera cualidad como un líder espiritual al cual seguir más allá de las convenciones sociales establecidas. El carácter de éste no es sólo mesiánico, sino netamente divino. ¿Por qué Julián sólo tiene una sombra que se proyecta completa cuando pelea contra él? Porque cada golpe no va contra su cuerpo, aunque sea éste el que salga más dañado en aspecto, sino contra su espíritu; la convicción de Julián, el nexo particular que se da para con su madre, con su sangre, se va rompiendo por las revelaciones divinas que acontecen en el sufrimiento que le inflige aquel que porta la justicia. Si cuando él le propone pelear a Chang un policía le pregunta «¿tú sabes quién es él?», es porque le está advirtiendo de la confrontación imposible contra la divinidad. No hay mayor creyente que aquel que fue converso.
2.
La sangre, lo que nos une con los otros, con la vida, con la familia, es el nexo común para toda la historia de Julián. La sangre que mueven sus manos es aquella que le obliga a traficar con drogas y asesinar a aquellos que no quería asesinar; también son las manos que no se mueven para lo obsceno, para lo vetado por la sangre: el sexo. Es un personaje emasculado por su sangre. Por eso su madre, Crystal, lo ridiculiza asumiendo que su hermano, Billy, era todo lo que Julián querría haber sido siempre, incluso en el ámbito sexual. Su frustración sexual, su imposibilidad de tener sexo, no es una proyección del eros al thanatos en un ámbito freudiano; su frustración sexual es la imposibilidad de controlar la sangre familiar motor de sus manos.
3.
Cuando hablamos del objeto de la culpa, hablamos siempre de las manos. Lo que está a la mano puede ser usado o roto en cualquier variante del uso de la fuerza, el ingenio o la disposición arbitraria de cualquier clase, por lo cual la culpa siempre nace de aquello que se hace a partir de lo que se toca, de lo que nos corrompe ante su tacto. Al ladrón no se le corta la mano por ladrón, sino por tener las manos corrompidas. He ahí que, si buscamos el sentido de la constante manifestación de las manos como un objeto de obsesión para Julián, tendríamos que pensarlo desde el estado de corrupción de la sangre: si bien no sólo afecta a sus manos, su sangre le ha emasculado haciendo para él imposible el sexo, a través de las manos es donde se manifiesta su maldad. Con ellas mata, roba, trafica — con unas manos equivalentes, Lt. Chang se mueve en una esfera superior: mata con ellas, pero persigue un sentido de la justicia que acontece más allá de sí mismo, ya que su cuerpo físico, sólo remotamente humano, es guiado por la sombra de la divinidad que le auspicia.
Su constante comparación con los puños del luchador en posición de combate, los puños cargados de la sangre de sus antepasados, nos muestra el poder del bullir de algo que parece ajeno de nosotros mismos: esas manifestaciones simbólicas son una proyección de aquello que en lo más interior de sí mismo es, heredado por obligación más allá de sus deseos. Por eso el espejo donde se mira parece devolvernos una imagen más sombría de sí mismo que aquella que se nos manifiesta mirándole a él directamente. Aquello que él es, está corrompido por la mala sangre que circula por sus venas: donde en en Julián la mala sangre se manifiesta en la imagen de su espejo, en Lt. Chang la santa sangre se manifiesta en la imagen de su sombra. Por ello la confrontación se da entre la negación que se refleja en el espejo, ese ser algo que no se desea ser, y la aceptación que se manifiesta en la sombra, ese ser aquello que se desea ser; la mala sangre confrontando la santa sangre.
4.
En un ámbito estético, mientras Lt. Chang se nos muestra en colores que van en el contraste entre luces y sombras encendidas, Julián lo hace en colores vibrantes, típicos en la filmografía de Nicolas Winding Refn, un tanto apagados. Aunque podría reducirse esta confrontación estética hasta ser un binarismo puro, tendría más que ver con cierto tono especular de cada personaje: la divinidad se nos da en sombras e iluminada, la vida humana en pálidos estallidos de color; el código estético nos anima a pensar el conjunto en las intersecciones de ambas. Por ejemplo, Lt. Chang se encuentra con unos colores más apagados durante toda la persecución del criminal que intenta matarlo hasta que le da caza auspiciándose en las sombras; Julián se encuentra con unos tímidos neones chillones sobre un escenario sombrío. Los puntos ciegos donde se entienden, no la confrontación, es lo interesante.
Por otra parte, pretender reducir el conjunto hacia ciertos detalles o decisiones estéticas, como si no fuera una obra de arte total inabarcable por sí misma, nos haría caer una interpretación tan incompleta como cargada de escaso sentido. Aventurar una tesis capaz de incluir todo Only God Forgives, sin contrariar ningún elemento particular de su mundo, está más allá de nuestro presente.
5.
Quizás la única lectura consistente que podríamos hacer de la película, aunque no absoluta, sería aquella que se funda en una consideración sagrada de la misma. Only God Forgives es un mito al respecto del sentido de la justicia y el honor, a través de una serie de cuentos formativos que se nos dan a través de su propio criterio críptico; cualquier interpretación que hacer de él es siempre parcial e incompleta, porque el mito no se agota en la interpretación. El mito funda su propio sentido. Por eso se hace absurdo pretender buscar un sentido ulterior absoluta en la pesadilla de un cuento de hadas — ésto no significa que su narrativa sea experimental o carente de sentido, que no lo es: Only God Forgives tiene una narrativa convencional, estructurada en un ámbito estético tan fuerte, que es capaz de extraer de una historia sencilla una obra maestra del cine. Alcanza un sentido mítico, divinizante, en su profundo sentido artístico.
6.
Extrae palabras del silencio sagrado: no hay conclusión.