releer el noir para releer a la mujer
Cuando uno aborda un género clásico como es el noir hay dos posibilidades: o caer en las nuevas conformaciones de la contemporaneidad o jugar en el campo de los dogmas clásicos del género. Aunque el más cómodo sea el segundo de los casos, pues sólo hace falta una vetusta cantidad de negras lecturas y una buena caterva de personalidades fuerte, también nos enfrenta con un problema: eso nos obliga a jugar con sus reglas hasta el final. Y eso es lo que encumbra a la par que entierra a la competente Christa Faust en su novela “A la cara”, publicada por EsPop.
Con un comienzo ejemplar con la protagonista, Ángel Dare, dentro de un maletero ya consigue lo que sólo los mejores del género han conseguido antes: hacer una historia con olor a folletín pero contenido de alto octanaje en literatura. Y es que, si una cosa queda claro, es que Christa Faust sabe medirse cara a cara a la perfección con los clásicos del género. Una heroína despiadada, casi una femme fatale, que va abriéndose camino en un universo donde la mujer se ve reducida al papel de maniquí, o de objeto. Por eso lentamente vemos como Ángel se va volatilizando en tanto mujer hasta que se convierte (casi) literalmente en un hombre; para destruir a los que la ultrajaron en el pasado necesita convertirse en uno de ellos, por afeminado que sea como hombre. Y es en éste momento que se torna una historia clásica, aun más trepidante si cabe, donde la única respuesta que queda es el atropellado conducto que nos lleva hacia un final donde todo acaba estallando, quizás, de forma excesivamente precipitada e impropia.