La desterritoliarización de los mitos es la gloria de Sun Wukong
El rey mono, de Katsuya Terada
Si la mitología resulta particularmente fascinante es por su adaptabilidad hacia aquel que la vislumbra. Diferentes culturas con mitos particularmente similares, cuando no exactamente lo mismos por mera adopción, hacen interpretaciones diferentes de cual es el significado ulterior que simboliza ese mito; la significación mitológica no está ‑o no lo está, al menos, en parte- en el mito en sí sino en los ojos del que la mira. Pero esto no sólo pasa entre diferentes culturas sino que, y esto nos interesa bastante más en éste momento, también difiere de forma asombrosa entre diferentes ramas de una misma cultura o entre diferentes personas. Por ejemplo no es raro que dos críticos vean ecos de significación diferente en la misma historia ni que dos ramas de la misma religión hagan dos interpretaciones radicalmente diferente de un mismo mito fundacional común; el mito tiene una significación maleable dependiente del contexto.
El caso de El rey mono es paradigmático de esta relación interpretativa del mito al ser una versión de Viaje al Oeste en el cual, a partir de la interpretación que se hace desde el zen japonés del budismo clásico, se re-interpreta el clásico de Viaje al Oeste según cánones estéticos contemporáneos. Esto significa que la aventura de ser una divertida (e interminable) epopeya en búsqueda de la sabiduría con un sustrato interior de denuncia política hacia los gobernantes de su tiempo se convierte en un puro exploit, en el sentido más estricto de la palabra, donde Katsuya Terada se recrea en una continua consecución de escenas hiper-violentas, ritmo de videoclip y escenas cargadas de contenido erótico-sexual. ¿Acaso se inventa algo Terada del mito? No, eso es lo fascinante, él sólo va (re)interpretando el mito a través de lo que éste va narrando ajustándolo a los gustos y la sensibilidad contemporánea, que necesita una explicitud mayor para evocar las mismas sensaciones, para conseguir narrar la misma historia; elimina lo críptico del ámbito metafórico-poético de la narración y lo reencarna a través de un ámbito metafórico-pornográfico. El gran mérito de El rey mono es que dice lo mismo que Viaje al Oeste sólo que bajo los códigos culturales de nuestro tiempo.