hypotheses non fingo; Everett
El ser humano es una entidad que, le guste o no, se edifica a través de una serie de constructos sociales a través de los cuales poder identificarse. En tanto se guía por constructos sociales ‑y, de hecho, el mismo es un constructo social en sí mismo- se aleja de cualquier identidad natural o naturalizada de la noción del hombre; los humanos no son más que constructos humanos de su propio pensamiento. Por supuesto si seguimos esta teoría de índole posmoderna hasta el final nos encontraremos con que cierra cualquier posibilidad de acotar discurso alguno sobre nada que exista en el mundo y, ni siquiera, del mundo mismo pues éste sólo existe en tanto exista una voluntad humana. El problema de este reduccionista todo vale es que la cultura acaba convirtiéndose en una mera mímesis y aplicación de constructos basados en intereses y no en hechos objetivos, aun cuando estos hechos objetivos, por pura necesidad, no sean legislados, o inviolables, sino normativizados, o violables. Y he aquí la premisa intelectiva básica a través de la cual deberíamos empezar a abordar “X” (aka Erased) de Percival Everett.
Un hombre de buena familia de educación exquisita, Thelonius “Monk” Ellison, ve como una y otra vez su carrera literaria es estanca debido a que su literatura está asociada de forma indefectible a la ausencia de su negritud; su reescritura de “Los persas” de Esquilo tiene tan poco que ver con la realidad social de ser negro en EEUU como sus anteriores obras. A su vez la cuasi analfabeta Juanita Mae Jenkins se hará famosa a través de una novela ridícula, cargada de tópicos, sobre la realidad de la calle. Por los problemas que surgirán en el seno de su familia, punto central que se está desintegrando de forma radical, escribirá una sátira brutal sobre la literatura de la calle: Porculo.