El amor es la superación de la verdad en favor de la realidad en sí
[•REC]3: Génesis, de Paco Plaza
Toda evolución pasa por un cambio auto-perpetuizante que, aun respetando el código genético básico de la criatura ‑que es la mayor parte de su ser‑, parece ser cada vez más diferente en cada una de sus iteraciones futuras o futuribles que va procesando. La mutación de los seres vivos, como bien plantearía Charles Darwin, es condición necesaria en tanto la única manera de sobrevivir es conseguir una adaptabilidad que produzca que los hijos siempre sean superiores a sus padres en las habilidades adecuadas para la supervivencia con respecto de su entorno; el inmovilismo, el atarse hacia conformaciones específicas existenciales, es algo tan humano como absolutamente inútil: la incapacidad de ir más allá (física, emocional o intelectualmente) sólo conduce hacia la extinción. He ahí que lo natural en [•REC]3 no fuera volver sobre sus pasos para construir un enésimo retrato de sí mismo que no funcionara en tanto pastiche, sino que su condición necesaria pasaba precisamente por revertir los procesos que le han construido hasta ser quien es como tal.
Atún, auténtico leit motiv del golpe de ingenio y el absurdo letal que ha acompañada a cada momento a la saga, es el ejemplo perfecto de esta evolución que es un movimiento natural con respecto de su adaptación al entorno. Es un director de bodas que se cree un gran cineasta; añade un punto de humor absurdo acompañado de miriadas de ingenua naturalidad, muy canalla, muy online; y, para más inri, tiene algunas de las frases más ingeniosas pero hirientes de la película. Que sea muy natural, muy cinéma vérité. Esa es la gran parodia interna que se permite en su evolución la película: consciente de su condición de plasmación de verdad, de necesidad de plasmar todo cuanto ocurre dentro de sí desde la más absoluta subjetividad que cristalice en visión de realidad -¡La gente tiene derecho a saber que está pasando!-, se subleva contra esa propia condición y nos enseña los mecanismos por otros medios. Si en esta tercera parte se abandona el montage, salvo al principio de la misma, para abrazar con fervor un montaje clásico que parece no apostar por esa inclusión de verdad es porque se da una evolución obvia en dos partes: Atún, la metalingüística del montage, deja paso al binomio Clara/Koldo, la historia que se graba a sí misma del montaje.