Aun siendo una obviedad tendemos a olvidar que el paso natural del cómic es la animación. Y aunque la película de Scott Pilgrim sea en imagen real en adultswim no se han resistido a hacer un fantástico corto promocional con la historia de como Scott conoció, se enamoró y dejó a Kim Pine.
Contándonos la historia desde el punto que llegó Scott a su nuevo instituto y hasta que se fue a Toronto ya vemos la constante definitiva de Scott: las hostias y los romances turbulentos. El coloreado y el movimiento sientan genial a unas viñetas, practicamente calcadas, que van fluyendo con una naturalidad y belleza entre el anime y las animaciones flash encomiable. En conjunto con los efectos de sonido y música de 8‑bits, apiladas en un bello exceso, que adornan a la perfección las escenas. La sensación de estar viendo la versión más literal y genuina del propio cómic es la constante en los escasos cuatro minutos de corto. Un aperitivo excelente para una película que, de todos modos, parece que nos llevará por otros caminos.
Mal favor le hacen a la película con este corto al demostrar lo increíblemente bien que podría haber quedado de hacerse todo de esta manera. De todos modos, tanto la animación como la imagen real tienen que encontrar la manera de representar y adaptar su propio lenguaje al mensaje. Medios diferentes, lenguajes diferentes.