Hoy hace ya 75 años que el gran maestro de nuestra logia secreta, el culto a los primigenios, desapareció; ¿pero qué son 75 años cuando en los eones por venir incluso la muerte puede morir? Por eso, aun con la falta material de nuestro amado Lovecraft, aun permanece indemne en sus textos, en sus sueños y en el terror de los gentiles: ¡Lovecraft vive (en el espíritu de sus seguidores)! Es por ello que, en petite comité, hemos planeado la deliciosa malicia de hacer un especial para honrar la memoria del maestro, tanto en sus facetas más desconocidas como en aquellas pautas que puedan servir para adentrarse en la oscura avenida ensortijada de árboles de retorcidas ramas que ululan a nuestro paso sin viento que los mueva. Cinco conspiradores, cinco adeptos, les sumergirán en un mundo de caos y horror desde donde el cual ya no podrán salir jamás indemnes, pues las esporas de los hongos de Yuggoth ya estarán instaladas en sus cerebros esperando pacientemente para eclosionar. Tras el salto se encuentra el abismo, los cinco testimonios de los adeptos que no pudieron dejar de honrar a su maestro enseñando sus entrañas.