A veces, para poder ver las cosas con perspectiva, debemos deshacer el camino hecho para ver que es exactamente lo que ocurrió, que es lo que se perdió, o el que ganamos, por el camino. Aunque lo natural sea ir hacia delante, nunca hacia atrás, es importante poder ver desde el punto de vista presente que es lo que pasó en aquel pasado en una reconstrucción existencial. Así, en un viaje iniciático de aprendizaje sobre nosotros mismos, nos embarcamos en sdrawkcaB de Marlon Dean Clift.
Entre drones infinitos se van desarrollando las melodías cada vez más minimalistamente sobrecargadas encontramos un brusco cambio de viraje en el sonido con respecto a sus anteriores discos, el énfasis en las guitarras. Las guitarras sutiles, bien desarrolladas, aparecen una y otra vez durante todo el disco como reminiscencias del pasado que nos van narrando un suceso anterior a este instante. Así comienza una vuelta atrás en un disco que tiene un ojo en el futuro y otro en el pasado. Las guitarras, reminiscencia de su primer trabajo, van acompañando siempre al sonido ambient cada vez más fastuoso, catedralicio incluso, que va potenciando lentamente, poco a poco, en cada uno de sus discos. Pero la historia que nos narra también nos concede esa vuelta atrás. Comenzando con la esperanza de un futuro mejor y comenzando con el alumbramiento, ya sea del amor o de la vida en si, comienza un tránsito desde el final hacia el principio de todo para descubrir algo más sobre si mismo. Al final lo que consigue es un eterno retorno en el que, en cada vuelta hacia atrás, los elementos este presente-futuro se van alimentando de aquellos elementos positivos de ese pasado perdido. Así, en esta huida hacia atrás, lo único que consigue una y otra vez Marlon es alimentarse a si mismo, a su música, a su historia, con una visión continuamente actualizada, siempre retornante con nuevas piezas con las que jugar.
La música, como la vida o el amor, aprende de mirar hacia el pasado y entender que funcionó y que no en cada ocasión, rescatando aquellas cosas que quedaron en el pasado que, funcionaran o no, ahora podrán funcionar dentro de nuestro nuevo gran todo. Esto y nada más es la enseñanza más importante que Marlon nos ha podido dar jamás en su catedralicia sdrawkcaB. Y eso es muchísimo más de lo que pueden decir la mayoría de artistas de este mundo. El viaje existencial futurible depende siempre de miradas deconstructivas al pasado.