Tag Archives: El Baile de San Vito

The Sky Was Pink

John Dies @ The End

null

Es tra­di­ción en es­ta san­ta ca­sa que en to­da ce­le­bra­ción de Halloween se in­vi­ten a los ami­gos pa­ra que es­cri­ban so­bre los már­ge­nes del te­rror que a un ser­vi­dor se le ha­yan es­ca­pa­do. Para co­men­zar con es­ta se­rie de ex­ce­len­tes co­la­bo­ra­cio­nes te­ne­mos a Félix García aka El Baile de San Vito pa­ra ha­blar­nos de una no­ví­si­ma pie­za de li­te­ra­tu­ra: John Dies at the End.

El sub­gé­ne­ro de la co­medy ho­rror, un tér­mino que de­be­mos a la ma­nía cla­si­fi­ca­to­ria de los an­glo­sa­jo­nes, pue­de que re­mon­te sus orí­ge­nes li­te­ra­rios a an­te­ce­den­tes tan ilus­tres co­mo el Washinton Irving de The Legend of Sleepy Hollow (se­gún la wi­ki), pe­ro es in­ne­ga­ble que en los úl­ti­mos tiem­pos se ha pro­di­ga­do más en los me­dios au­dio­vi­sua­les co­mo el ci­ne y la te­le­vi­sión que en la li­te­ra­tu­ra. Esto es así en par­te por­que el gé­ne­ro del ho­rror, tal y co­mo se en­tien­de des­de la apa­ri­ción en los se­ten­ta de una se­rie de au­to­res es­pe­cia­li­za­dos co­mo un Stephen King o un Peter Straub, ha per­di­do pa­ra no­so­tros mu­cho del ca­rác­ter de crí­ti­ca so­cial o, más di­rec­ta­men­te, de pa­ro­dia que tu­vo pa­ra mu­chos de sus cul­ti­va­do­res de­ci­mo­nó­ni­cos. Por otro la­do, si da­mos por bueno eso de que la co­me­dia y el te­rror son los dos gé­ne­ros más di­fí­ci­les de prac­ti­car por aque­llo de que bus­can pro­vo­car en el pú­bli­co una reac­ción vis­ce­ral que no se pue­de fin­gir edu­ca­da­men­te, com­pren­de­re­mos que tan de­li­ca­da al­qui­mia pue­da ver­se per­ju­di­ca­da en la pá­gi­na es­cri­ta por la mez­cla de gé­ne­ros, es de­cir que los ele­men­tos de co­me­dia pue­den car­gar­se una at­mós­fe­ra te­rro­rí­fi­ca y viceversa.

Consideraciones de es­te ca­li­bre de­bie­ron pa­sar por la ca­be­za de David Wong (o, lo que es lo mis­mo, de Jason Pargin, co­la­bo­ra­dor de National Lampoon y edi­tor de Cracked.com) cuan­do, en el ya le­jano 2001, co­men­zó a es­cri­bir los pri­me­ros ca­pí­tu­los de John Dies @ the End, que se pu­bli­ca­ría por en­tre­gas en in­ter­net a lo lar­go de ese año, lle­gan­do a con­ver­tir­se en uno de los pri­me­ros éxi­tos de la e‑novel al ser leí­da por unas 70.000 per­so­nas en su ver­sión on li­ne, la ma­yo­ría de las cua­les coin­ci­dían en con­si­de­rar la his­to­ria te­rro­rí­fi­ca y tron­chan­te al mis­mo tiem­po. Semejante éxi­to lla­mó la aten­ción de la in­dus­tria edi­to­rial más tra­di­cio­nal que, pa­ra fi­na­les de la dé­ca­da pa­sa­da y tras la re­ti­ra­da del tex­to de la pá­gi­na web que lo al­ber­ga­ba, de­ci­dió apos­tar so­bre se­gu­ro y sa­car el li­bro en pa­pel. Desde en­ton­ces ha dis­fru­ta­do de va­rias edi­cio­nes, to­das ellas exi­to­sas, la úl­ti­ma de las cua­les es un pa­per­back de Titan Books que re­po­sa so­bre mis ro­di­llas mien­tras es­cri­bo esto.

Continue reading