necesitarás del amor para alcanzar tus sueños
Pueden descargar los subtítulos de la película traducidos por mi al español (de España) tal que aquí.
Los sueños, como aquello que deseamos, son una parte constituyente determinante de nosotros mismos; son una cosa personal, absolutamente intransferibles, y que incluso carecen de sentido si se sitúan fuera del contexto mitológico del individuo en particular que los sustenta. Por eso son algo interesante que abordar, pues son uno de los más determinantes ‑aunque, a su vez, uno de los más complejos- rasgos a la hora de definir la identidad de un individuo dado. Es por eso que un sueño no se puede compartir, o no literalmente, ya que el otro, el que no soy yo, no puede comprender porque eso es especial para mi: carece de mi bagaje para entenderlo. De éste modo, en apariencia, el viaje hacia el cumplimiento de los sueños es algo solitario, siempre renegando de “el otro”, como forma de encontrar una identidad de mi yo presente-futuro. Pero, como nos enseña Redline de Takeshi Koike, los sueños sólo se pueden cumplir cuando me resguardo en el entendimiento de los otros que son como yo; que son yo.
Redline nos cuenta la historia de un torneo mortal de aerodeslizadores que se celebra cada cinco años. Este año, además de unos participantes particularmente dementes, se suma la amenaza del gobierno de Roboworld de boicotear de forma violenta la carrera si insisten en que se celebre en sus tierras sagradas. De éste modo se entrecruzarán las vidas de JP, un entrañable piloto de tupé imposible, y Sonoshee, una joven que tiene por sueño ganar la Redline. Primero como amigos y después como rivales intentarán, respectivamente, salvar a sus amigos y conseguir cumplir sus sueños.