Sonidos del día a día, un piano, Hiroshima y Maurizio Bianchi, juntamos todo esto en la coctelera, agitado, no revuelto, y lo presentamos en una fina copa de experimentación entre el post-rock y la electrónica. El resultado april.#02 de Kashiwa Daisuke.
Kashiwa Daisuke nos deleita en este disco de contrastes con su arrolladora personalidad. Entre pequeñas piezas de piano y otros instrumentos, dejándonos cerca del camino del post-rock, sobrecargadas con elementos de ruidismo va hilando sus extensas melodías que se expanden de canción en canción, sin continuidad, pero con coherencia. La homónima april.#02 forma un excesivo conjunto donde experimenta durante algo mas de 27 minutos con cambios de ritmo continuos, jugar con efectos para simular fallos de sonido y un ruido blanco de segundo plano constante en casi todo momento. Pero no solo de lo instrumental vive el protegido de Maurizio Bianchi, también se dedica a jugar sistemáticamente con elementos puramente electrónicos, baterías programadas y efectos puramente electrónicos. No nos debe extrañar la facilidad y coherencia con la que acaba por aunar las piezas mas cercanas al post-rock con los elementos electrónicos en todo momento. Instrumentos o samples, Kashiwa Daisuke no elige, los fusiona.
Pero por supuesto no acaba aquí, sus continuos acercamientos al breakbeat y el breakcore a través de baterías muy bien calculadas nos recuerdan al mejor Venetian Snares pasado por un tamiz de armonía y delicadeza. Consigue aunar desde los sonidos electrónicos mas agresivos y rupturistas hasta las melodías mas armoniosas en un conjunto completamente único en una mezcla imposible. Como una jam session entre Ryuichi Sakamoto, Mogwai y Bong-Ra en la que este prohibida cantar, Kashiwa Daisuke sale triunfante donde cualquier otro saldría derrotado, en hacer suyo un sonido indefinible e imposible de recrear.
Entre el ruido y la armonía el que aprenda a sintetizar ambos extremos sera nuestro guía en las indescriptibles llanuras. La genialidad nunca estuvo tan cerca del ruido blanco.