Ubik, de Philip K. Dick
Si, como afirma Berkeley, ser es ser percibido entonces nos encontramos con una infinidad de problemas en nuestra relación con nuestra mente. El caso más conocido es creer ver algo que no está ahí por el rabillo del ojo o en situaciones de poca luz debido a que, esencialmente, nuestro cerebro rellena los espacios huecos que dejan nuestros sentidos con lo que a él más le viene en gana; hay al menos una parte sustancial de nuestra realidad que no es lo que hay sino lo que queremos ver. Bajo estas circunstancias ser percibido no hace ser en absoluto a nadie pues, como es lógico, unas sombras informes que nos parecen una silueta humana no configuran una persona. Por supuesto aquí entraríamos en la problemática subrepticia de que ser es ser percibido necesariamente, sólo si nos perciben todos los objetos de un entorno dado podemos dar por hecho que, de hecho, somos. Esto desentrañará otra serie de problemas, algunos de ellos increíblemente absurdos, pero aquí nos situaríamos en la premisa más razonable de Berkeley: sólo somos en tanto somos percibidos.
Esto se vuelve especialmente complejo en el mundo de Philip K. Dick donde empresas y particulares se ven espiados por telépatas y precos, personas con la capacidad de la precognición, ya que estos escapan de esa posibilidad de ser percibidos. Los telépatas en tanto leen la mente de los demás no son percibidos, pues están fuera pero dentro de los demás, mientras que los precos en tanto pueden ver el futuro no son perceptibles, pues sus acciones vienen determinadas por contingencias futuras de acción que no podemos vislumbrar. ¿Qué sentido tiene entonces la teoría de Berkeley? Por supuesto para Dick la tiene mucho ya que es uno de los pilares ‑aunque no el esencial, pues éste es sólo su casa- a través de los que sostiene Ubik como nos demuestra con la existencia de anti-psíquicos; la naturaleza crea unas entidades que no pueden ser percibidas pero, a su vez, crea otras que inducen que estas pueden ser percibidas por alguien. Para que exista un equilibrio real y justo en el mundo toda persona debe poder ser observada por otra alguien pues, si no, se convierte en invisible; si no existieran los antipsíquicos en Ubik sea cualesquiera la clase de psíquico que actuara en el mundo sería invisible, no sería, pues no habría forma material de delimitarlo existencialmente como tal en su particularidad.