Cocinando ideas
«Siempre es mejor acudir al original». Todos hemos dicho eso alguna vez porque no deja de sonar lógico: entre la copia y el original siempre ha de ser mejor el original. Toda copia no deja de ser un degradado, la forma casi idéntica, pero diferente, de algo que existe en primera instancia. Salvo porque a veces la copia aporta su propia identidad en el cambio.
El Club de la Lucha es un libro más conocido de oídas que por haber sido leído. Oídas que nos remiten a la película, a las referencias, a los memes. Como cualquier otro gran evento cultural su identidad ha acabado deformándose para ser no aquello que es, sino la imagen que se ha transmitido de él. Veinte años después de su publicación ya no pensamos en la novela de Chuck Palahniuk, sino en lo que han hecho de la novela de Chuck Palahniuk. Y por desgracia, la novela es infinitamente más sugestiva que cualquier otro acercamiento «de oídas» que podamos hacer ella.