A veces pasamos por la vida sin reparar en cuanto nos rodea, pasando de largo sin prestarles mayor atención incluso si nos saltan a la cara una y otra vez con la evidencia de que serán de nuestro interés. Ese es mi caso con Blur, la solución ha sido Midlife: A Beginner’s Guide to Blur.
En honor a su vuelta a los escenarios decidieron hacer, ya no un greatest hits, sino un disco de lo que consideran que son sus canciones más significativas para iniciar a los que aun no conocían al grupo. Así en vez de un simple recopilatorio de singles, un intento de hilar sin modificar aquello que no está pensado para encajar, hacen una extensa selección que va desde lo evidente hasta lo sorprendente, desmarcándose en la mayor medida de lo posible de lo más obvio y popular. Así, después de todo, firman un recopilatorio demasiado extenso para el neófito y carente de las filias particulares para el fan acérrimo, perfilándose como un disco para aquellos que, conociendo ya a Blur, nunca nos acercamos más allá de la eventual escucha de algunos de sus singles. Un disco que hace fans, pero sólo en tanto éstos entren dispuestos al juego.