Intentando diversificar el contenido del blog pensé que podría aportar y me di cuenta que no me gusta en absoluto como se hacen entrevistas actualmente y, aun menos, como se entrevista a los músicos. Debido a ello intento aportar mi granito de arena con una serie irregular de entrevistas. La primera entrevista, dividida en tres partes, irá dedicada a tres de los trabajos de electrónica del músico Marlon Dean Clift donde nos irá desvelando los secretos y vericuetos de su música y su alma. Aunque nos hubiera gustado abordar también su faceta más rockera, tendrá que ser en otra ocasión. En esta primera parte nos allanará el terreno para entender su obra más básica, Almost Ghosts, la cual pueden descargar desde aquí. Y es que a través de esta abordaremos su pasión por el drone, sus primeros usos de la electrónica y el amor como construcción desde el otro; humano o musical.
A. Una constante en tu trabajo es la búsqueda de un amor que se muestra siempre esquivo. En Almost Ghosts pareces querer mostrar el amor, al otro, como algo necesario para conformar la identidad personal, ¿es algo intencionado?
M. Totalmente intencionado. Creo que es bastante evidente. Pero no se trata sólo de amor esquivo; la culpa de mucho de ello la tiene Hal Hartley, ya sea como músico o cineasta. Viene a tratarse de divinizar lo vulgar. Tengo la sensación de que hoy en día lo romántico es una pose, y como pose funciona. Pero el verdadero romanticismo crea rechazo. De ahí quizás que se dé esa constante a escapar hacia el espacio, o fabricar espacios imaginarios. Vengo a transcribir mi percepción del amor, sí. Pero también fabricar espacios donde éste podría crecer sin interferencias.