En la vida es muy común vivir a la sombra de otro, del empollón de la clase, de tu jefe, de un amigo, de un compañero o de tu pareja y en los videojuegos esto no es diferente, así debe ser duro ser un ODST existiendo el Jefe Maestro.
Halo 3 ODST nos pone en la piel de El Novato, un nuevo miembro del equipo de fuerzas especiales de los ODST que descienden a Nueva Mombasa para descubrir a que se debe el repentino ataque del Covenant y rescatar toda la información posible. Así lo primero que nos percatamos es de nuestra propia fragilidad humana, no somos un aguerrido super-soldado geneticamente modificado con una armadura de ultima generación, solo somos soldados bien entrenados con un equipo pasable y el VISR, un dispositivo que nos permite detectar enemigos a distancia. Y con esto se juega, con el continuo uso del VISR y en procurar matar a nuestros enemigos antes de que sepan de nosotros, de huir, de organizarse bien y aprovechar los recursos al máximo. Todo combate, por fácil que parezca, puede ser el ultimo.