El witch house, en tanto movimiento y no sólo género musical, tiene algunas particularidades que remiten paralelamente a las propias del 15M. En los dos casos nos encontramos que los sujetos que lo componen, su fandom, son gente de clase media-baja y baja, lo cual incluye estudiantes y parados de toda clase, con un fuerte descontento con la situación actual. También comparten el hecho de ser movimientos que imitan otros movimientos anteriores desde una perspectiva hipster: desde la ironía y el distanciamiento; neutralizando parte de su capacidad subversiva para poder moverse más libremente en su entorno. Pero el punto más interesante seguramente sea su necesidad de convertirse en aidentitarios. En esta necesidad de no tener una identidad definida, de poder mutar como mejor les convenga en cada instante, rehuyen cualquier nominalismo globalizante como modo de combatir la identificación y, por ende, la neutralización. Tanto en el caso del witch house ‑también conocido como drag, rape gaze, haunted house, screwgaze o crunk shoegaze; sus seguidores, nu-goth’s- como en el del 15M ‑también conocido como Movimiento 15M, Spanish revolution y ¡Democracia Real Ya!; sus seguidores, indignados- su identidad es delimitada de forma absoluta por la prensa, pues ellos jamás se han auto-denominado de un único modo; son una multiplicidad.
Un ejemplo bastante obvio, aunque nada nuevo, sería el como se desarrolla esta identidad múltiple en el witch house: a través del remix. En Ghetto Ass Witch de †‡† (aka Ritualz) nos encontramos una faceta clásica del género: un sonido heredero del hip-hop con reminiscencias del EBM. Pero, en tanto multiplicidad, el witch house no se limita a ese sonido. Así, siguiendo el remix del mismo tema que harían GVCCI HVCCI nos encontramos una faceta completamente diferente del tema. Con un particular énfasis en lo electrónico, además de unos encantadores efectos de barraca de feria, nos enseñan la parte más épica y mainstream del género. A su vez, en el otro remix de GVCCI HVCCI del tema, asume los rasgos más shoegaze del tema pero los lleva hacia el hard trance en una composición brutal, completamente ruidista, que compone una atmósfera sofocante. Y, aunque los tres temas sean completamente diferentes en cuanto que sonidos enfatizan, todos ellos son witch house. ¿Por qué? Porque el género, en cuanto es una multiplicidad, puede amoldar lo que es, su identidad, para recomponerse como la misma entidad en una nueva forma.
Es por eso que el witch house, como el 15M, tienen un índice de supervivencia mayor que cualquier otro movimiento contemporáneo suyo: han asumido una táctica inabordable por el imperialismo. Es por eso que, en su incapacidad de ser definido, se escapa continuamente poliformándose en cuantas identidades les convengan. Pero, tanto en un caso como en otro, deberán aprender a manipular esas evoluciones y no dejarlas al libre albedrío de lo que la aleatoriedad quiera hacer con ellas. Yo soy yo, porque soy muchos.