La literatura española que esta en el candelero que no sean ya insignes plumillas afincadas tiempo atrás parece que por necesidad tengan que ser los nocilleros. Una interesante crítica que muta en novela es la que realiza Javier García Rodríguez en Mutatis Mutandis.
Un filólogo de literatura medieval nos va desgranando su visión de la conspiración en la sombra de los mutantes, la generación nocilla, para hacerse con la literatura y el mundo. Su crítica desde la propia novelización muta para adaptarse al estilo de lo que propiamente critica para en un sardónico y mutante giro del destino desmontar el discurso nocillero desde sus propias entrañas. Con esto muta para mudarse en piel ajena del modo que un pokemon muta, más que evoluciona, ya que su cambio más que evolutivo es mutacional (¿serán nocilleros los pokemon?) como generacional dicen es la nocilla, otro paralelismo con pokemon el cual investigar. Así en este subversivo ataque que le emparejaría en forma, que no en sustancia, a los movimientos de ciertos histrionismos de blogueros y/o poetas que consigue crear una ácida visión con una perspectiva interiorizada desde el exterior de la literatura contemporanea. Un libro que haría reír a carcajadas igualmente a Mr. E que a Mr. J, si es que vocalizaran el español, en su soterrada idealidad pragmática a la hora de originar una nueva serie de edificios nuevos derrumbados en la prosa actual.
Mutando con una gran sotisficación entre los badenes de una forma de mirar cruel pero asintomática Javier García Rodríguez acaba por crear una obra de una consistencia inefable. La mutación ya esta aquí y desconocemos absolutamente quien sera el nuevo infectado. La nueva sofisticación pasa por spoken-words polacos y videoartistas vietnamitas.