Etiqueta: Naoki Urasawa

  • Guía de iniciación al manga (IV) — Seinen: el manga de apariencia adulta y controvertida

    Guía de iniciación al manga (IV) — Seinen: el manga de apariencia adulta y controvertida

    Este tex­to fue pu­bli­ca­do ori­gi­nal­men­te en oc­tu­bre de 2017 en la re­vis­ta cul­tu­ral Canino. Ha si­do re­edi­ta­do y re­ma­que­ta­do pa­ra la ocasión.

    Existe to­do un uni­ver­so más allá del shō­nen o el shō­jo. Eso no es al­go des­co­no­ci­do pa­ra prác­ti­ca­men­te na­die. España, co­mo Japón, tu­vo pre­di­lec­ción por el te­rror, la cien­cia fic­ción, el ero­tis­mo y una o dos pie­zas muy es­pe­cí­fi­cas de fan­ta­sía muy in­fluen­cia­das por Dungeons & Dragons y Wizardry has­ta que es­ta­lla­ra la gran obra cum­bre del shō­nen mo­derno, Dragon Ball, cam­bian­do pa­ra siem­pre los gus­tos del pú­bli­co mains­tream. Porque si al­go ha de­fi­ni­do la pre­fe­ren­cia del pú­bli­co en cuan­to a man­ga y el ani­me, du­ran­te la ma­yor par­te de su his­to­ria, ha si­do su en­ga­lar­se de vio­len­cia, os­cu­ri­dad y lo que mu­chos lla­ma­rían una apa­rien­cia adulta. 

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  • la condición temporal es siempre errante

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    Mirar al pa­sa­do en oca­sio­nes pue­de ser un mo­do de in­ten­tar com­pren­der un pre­sen­te que nos su­pera en su con­di­ción de pe­ren­to­rie­dad. Del mis­mo mo­do se pue­de mi­rar al pa­sa­do de la obra de un ar­tis­ta pa­ra en­ten­der el aho­ra de és­te, el co­mo se de­sa­rro­lló has­ta al­can­zar los ac­tua­les vi­cios y vir­tu­des que des­pren­de. Por eso Obras cor­tas de Naoki Urasawa es el com­ple­men­to per­fec­to pa­ra com­pren­der la mag­ní­fi­ca obra del mangaka.

    Contra to­do pro­nós­ti­co, le­jos de la gra­ve­dad épi­ca que im­pri­me en sus obras Urasawa, una de las cons­tan­tes de es­tas obras es el hu­mor. Ya des­de BETA!!! y es­pe­cial­men­te ha­cien­do hin­ca­pié en la sa­ga del Singing Policeman nos en­con­tra­mos unos pri­me­ros pa­sos, aun le­jos de la pre­ci­sión pic­tó­ri­ca ac­tual del au­tor, con un hu­mor so­ca­rrón y bas­tan­te ton­to­rrón. Pero ya en­con­tra­mos uno de los re­cur­sos fa­vo­ri­tos del au­tor: los gi­ros ines­pe­ra­dos en el fi­nal de la aven­tu­ra. Esto se pre­sen­cia de for­ma es­pe­cial­men­te tan­gi­ble en Al sa­lir de cla­se o Adiós, Mr. Bunny que se ba­san en un dra­ma­tis­mo mí­ni­mo o una si­tua­ción ab­sur­da pa­ra en­cau­zar to­do ha­cia un fi­nal dia­me­tral­men­te opues­to al tono ge­ne­ral que ha ido lle­van­do la his­to­ria. Así el maes­tro nos des­ve­la co­mo fue per­fec­cio­nan­do sus ar­mas ac­tua­les en bre­ves píl­do­ras de gran in­te­rés pa­ra el fan. Pero, ¿don­de que­da el gran te­ma de to­da la obra de Urasawa, los hom­bres nor­ma­les ha­cien­do co­sas ex­tra­or­di­na­rias? Ya se en­cuen­tra aquí y ade­más, en al­gu­nos de los me­jo­res cómics.

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  • Murciélagos detectives en sociedades antropomórficas

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    Billy Bat es un de­tec­ti­ve pri­va­do, cual­quie­ra di­ría que ser un mur­cié­la­go es un pro­ble­ma de no ser por­que vi­ve en un mun­do de ani­ma­les an­tro­po­mor­fos. De ca­rác­ter so­brio y fuer­te, es el tí­pi­co de­tec­ti­ve: so­lo le im­por­ta ha­cer bien su tra­ba­jo, aun­que sea al­go tan ni­mio co­mo si la mu­jer del se­ñor Edward Costello le es in­fiel. Y va­ya si lo es. Cuando va a co­mu­ni­car­le las ma­las no­ti­cias apa­re­ce muer­te y to­do se pre­ci­pi­ta: ma­to­nes ad­vir­tién­do­le su fu­nes­to fu­tu­ro si me­te el ho­ci­co, la mu­jer de Costello en su ofi­ci­na, una ex­tra­ña or­ga­ni­za­ción, mu­chas in­cóg­ni­tas y nin­gu­na res­pues­ta. El sus­pen­se es­tá servido.

    Un cu­rio­so có­mic que da­ta de 1949 de ma­nos del au­tor Kevin Yamagata, el cual vi­vió en su vi­da una con­se­cu­ción de su­ce­sos ex­tra­ños dig­nos de un man­ga de Urasawa. Porque to­do pre­ci­pi­tar es siem­pre un en­fren­tar­se al va­cío po­si­ble de lo desconocido.