Si algo nos ha permitido la posmodernidad y la deconstrucción es fusionar toda clase de estilos hasta llegar a auténticos esperpentos informes, mas irónicos reflejos del estercolero que tienen por mente sus perpetradores que algo digno de ser experimentado. Pero de vez en cuando un autentico criminal de la música se pone a jugar y nos ofrece, con sorna y malicia, autenticas joyas.
Carpathian Forest firman una tema, Cold Morderous Music, que, lejos de su habitual brutalidad o sus riffs prácticamente punk del resto del disco, tiene un inconfundible sabor a jazz. Con unas atmósferas perfectamente ejecutadas, la raspada voz de Nattefrost y con el sonido de un contundente saxofón al frente consiguen crear una perfecta melodía de black metal, salvo que sin ningún elemento del black metal. Presenciamos así el sumun del doblemente iconoclasta Nattefrost, hacer black metal con los menos elementos de black metal posible. Un esputo mal intencionado a la chistosa cara de los puristas con mas bilis que neuronas.
Hacia la oscuridad desde un estilo técnico y carnavalesco.