It’s tropical, de The Greeks
Si la acción define el valor estético intrínseco para la valoración de cualquier clase de imagen entonces deberíamos suponer que toda acción instrumental es, por si misma, definidora de los objetos que las realicen. Por supuesto esta suposición debería hacerse obviando el hecho de que toda acción puede estar sublimada a otra serie de acciones relativas a través de las cuales se re-define el nivel discursivo de esa acción misma. O, lo que es lo mismo, toda acción es un objeto en sí mismo que se define de igual modo que los demás objetos, en relación con las acciones producidas; toda relación objetual es una (inter)relación imposible de idas y venidas constantes hacia el seno de un entendimiento, en ocasiones, imposible. Veremos esto muy bien al nivel que ahora nos interesa, el estético, en el vídeo realizado por Megaforce.
La estética es como un grupo de niños jugando con pistolas de plástico a la guerra. Esta recreación de la guerra, que no deja de ser una recreación mimética de segunda mano amparada en las representaciones propias del cine contemporáneo, se articula como una realidad de segundo nivel para los niños en tanto mímesis pero que, en última instancia, articulan desde la fantasía como real; el juego se presenta como representación de la realidad interna, de la mirada real, del individuo. Es por ello que vídeo de The Tropicals que nos ocupa nos resulta especialmente interesante: toma como real el juego; hace tangible lo inaprensible. ¿Cómo consiguen puesta esta pirueta magnífica? Con dos elementos esenciales: la adición en formato animado de una violencia descarnada y la inclusión de una escena costumbrista tejida como mediación real entre realidades. A través de la consecución de estas dos escenas se puede vislumbrar como se articula la dicotomía fantasía-realidad que se maneja, necesariamente, en el discurso estético de la imagen.