Los géneros musicales van mutando y adaptándose a los cambios sociales y las modas para ir haciéndose a estas. El ejemplo más paradigmático es el del punk, que desde su atalaya en el underground nos sorprende con su última permutación, el taqwacore.
En primera instancia nacido como ficticio movimiento musical a través de la pluma del escritor Michael Muhammad Knight, un autentico punk como los que ya no quedan, en su libro Los Taqwacores. Así en su libro existe un movimiento de jóvenes islámicos que sin renunciar a su cultura y pensamiento adoptan la estética y música punk, para esto crean su propio estilo llamado taqwacore. Como una sardónica permutación de Said los orientales adoptan el sistema colonial solo que, esta vez, no renuncian a su cultura sino que la toman como base crítica de su nuevo sistema. Estos jóvenes siguen al pie de la letra la premisa del punk, la provocación. Para esto se hacen valer no de esvásticas y otros elementos de ideologías extremas sino que abrazan hasta sus últimas consecuencias las construcciones más oscuras sobre su cultura que se arrojan desde Occidente. El terrorismo, suicida o no, islámico es el tema favorito de estos aviesos jóvenes.