Esta entrada apareció originalmente el 5 de Marzo de 2012 en Studio Suicide y ha sido corregida especialmente para la ocasión.
Existe una clase singular de hechos conformantes del mundo —o, cuanto menos, en aquel fenómeno que denominamos como arte— que no se relacionan bien con sus iguales en tanto su exclusiva singularidad provoca que no tengan continuidad lógica con el horizonte de significado donde deberían estar circunscritas. Éstas, que generalmente son concebidas para relacionarse de una forma armoniosa para conformar un conjunto mayor globalizador de un discurso (estético) común, no se relacionan de un modo que pueda considerarse adecuado con respecto de sus hermanastras; existen entidades que necesariamente nacen con una forma especial que las hace no poder ser arrojadas al mundo con aquellos a los cuales debieran ser semejantes. En ocasiones nacen antes de tiempo, taradas por un parto prematuro que no les permiten la vida entre sus semejantes sin constantes cuidados, pero en otras más virtuosas son tan especiales, únicas y esplendorosas que deben ser apartados del mundo para que no salgan heridas —ellas o las demás, pues quizás en su conjunto pasen a carecer de sentido— del contacto con una diferencia inconcebible para ser mera repetición del código genético del que las perpetro. Pero hijas de sus padres son, y por ello no pueden matarlas o esconderlas eternamente, y sólo las sacan a ver el mundo cuando están seguros que brillarán fugaces en la oscuridad de la catarsis. Y Burial no es su excepción.
El imperturbable oriundo de South London, el hijo predilecto de los adoquines manchados de negro vómito, esconde conocidas al menos a ocho hijas de su simiente ‑pudieran ser más, pues todo artista tiene derecho a ocultar sus abortos y callar sus penas. De la mano las ha sacado, ocultas entre tinieblas, a veces dejado en custodia del protector Kode9, pero jamás se han alejado más allá de esos dos pasos de ese padre atento incapaz de verlas partir de su lado. Y es que de esas hijas, cinco nacieron taradas. En el caso de Gaslight surgió entre bajos dominantes y fuertes baterías metálicas, en su alma se pueden escuchar los suaves gritos de los fantasmas, pero no pasa de ser un esbozo de lo que pudo haber sido, la genialidad contenida de quien sólo funciona acompañada del contraste de sus hermanastras más guapas. Algo parecido le pasa a U Hurt Me (Version), gemela de U Hurt Me, que nació más breve y contenida, y por ello no terminaba de ser más que la hija bastarda de una noche tan loca como abreviada con un guapo llamado Aphex Twin. De Feral Witchchild nadie nada malo podía decir, pues era la más virtuosa entre las desconocidas y, por ello, la perfecta desconocida: no se puede apreciar su belleza si no es aislada de las demás, como agente único de una respuesta inalterada. Las aceleradas hermanas Stairwell y Speedball 2, demasiado adictas a la fiesta para las demás, funcionan mejor del brazo de su padrino Kode9.