Aunque no todas las tradiciones se respetan algunas que han caído en el olvido son rescatadas años o incluso, sino milenios si, siglos después de que estas desaparecieran. Lo que en la antigua Grecia fue quizás no pudiera ser durante todo este tiempo hasta la llegada de la posmodernidad, que le da un nuevo sentido. Y justo esto presenciamos en The Amazing Spider-Man #611.
En una caótica historia de Spider-Man en un momento dado aparece el bocaza más grande del universo Marvel, el Spider-Man con pistolas y katana, el inigualable Deadpool. Y a partir de aquí vienen una miríada de hostias, explosiones y chistes indignos de los personajes, carentes de gran parte de la chispa que tienen cada uno de los personajes. Nada va como debe de ir hasta que caen en un pequeño parque donde, al insultar Deadpool a la madre de nuestro arácnido favorito unos jóvenes recriminan al hombre araña su no contestación. Así se inicia el duelo más surrealista por el cual haya tenido que pasar Peter Parker, tiene que vencer en una batalla de gallos a un adversario de verborrea aun más fácil que él mismo. Así entre humillaciones e insultos van volando del uno al otro sus bravatas hasta que el combate vuelve a las manos, vuelve hacia la muerte. Y esto es así justo como en la antigua Grecia, donde el duelo verbal era un duelo a muerte donde solo uno saldría vivo del mismo. Como los acertijos de la esfinge donde solo el que sea más ingenioso de los dos sobrevivirá a la muerte del otro, donde solo la pregunta o la respuesta correcta nos salvará de una justa muerte. Así, el duelo de gallos se escenifica como el ritual de la muerte, el círculo de bardos donde solo existe o la gloria o la muerte.
Algo tan ignominioso para algunos como es el rap acaba por ser la resurrección de un estilo de lucha verbal que se había perdido desde la antigüedad clásica. Según algunos jamás se crea nada nuevo, todo es una transformación de lo que ya teníamos antes. Y quizás sea verdad pero incluso la adaptación de un antiguo duelo es una nueva muesca en los inventos de la humanidad.