Quien con Hollywood se acuesta fagocitado se levanta y es algo que parece que en una primera instancia Daft Punk no se habían planteado. Así después de problemas varios con su BSO para Tron Legacy, con una primera versión de la misma rechazada por ser excesivamente electrónica, nos presentan su resultado final. Pero no esperen aquí a Daft Punk.
La BSO es un trabajo de encargo donde Daft Punk han tenido que ejercer de mercenarios en un terreno que no es el suyo. Las influencias electrónicas del grupo apenas si son cuatro pinceladas en las canciones que apenas si dan para encontrar la personalidad del grupo. Quizás su mayor y único logro es haber conseguido traducir la intrincada personalidad del grupo hacia los valores de una música orquestal clásica, demasiado apegada al libro de estilo de lo que debe ser la música de una película. El único destello de originalidad y de respeto hacia su sonido es la aburrida Derezzed, canción utilizada para promocionar la BSO hasta la nausea. Así Disney impone una banda sonora clásica sin ningún aspaviento, originalidad o mayor calidad que la justa imprescindible para ejercer de acompañamiento que no empeore pero tampoco engrandezca el conjunto. Todo esto mintiendo sobre el contenido de la misma al presentar como paradigma de ella una pista que sí es electrónica para vender a sus fans un producto muy lejos de sus gustos y expectativas. Pero Daft Punk son perros viejos y se han cobrado su justa venganza.