en búsqueda del presente perdido
Aun cuando es imposible entrar en la mente de otra persona debido a las problema de la falibilidad de la traducción mente-lenguaje sí que podríamos abordar, a grosso modo, un acercamiento próximo a la conformación del pensamiento de otra persona a través de su obra artístico-teórica. Aun con todo habrá que tener siempre presente que este acercamiento, siempre inexacto y parcial, sólo es un reflejo de lo que realmente se cuece en la mente; es la proyección en el mundo de una actitud generadora de realidad, de mundo. Por eso es muy interesante el cortometraje brasileño “Tarantino’s Mind”, ya que intenta retratar el mundo interior de Quentin Tarantino que se trasluce a través de su arte.
La situación es un clásico dentro de la obra de Tarantino: dos personas dialogan, uno enfrente del otro, de una forma distendida dando saltos temáticos aparentemente sin ningún rasgo común entre sí. En éste caso, en vez de abordar sobre la temática de una canción de Madonna o los problemas identitarios de Superman, nos encontramos con un análisis comedido y algo temeroso, aunque lleno de pasión, de la obra del director americano. En éste análisis van hilando la relación entre los diferentes personajes de cada una de las películas de Tarantino y sus apariciones repetidas en diferentes films; como cada una de sus películas no son más que un fragmento en particular de una inmensa cosmogonía. Las relaciones vagas que se suceden se van hilvanando entre las livianas discusiones que van asomando de un modo algo forzado en el discurso general de ambos sujetos. Y, aunque no se puede pedir que lleguen al nivel dialogal de Tarantino, el problema del corto es que, en un sentido puramente teórico, apenas si se quedan a las puertas de hacer algo realmente interesante: un análisis de la génesis fundacional entre arte y filosofía en la obra de todo autor en general, y de Tarantino en particular.