Entre la teatralidad y el terror se mueve el artista decadente, ahora que la decadencia sea impostada y bendita o una mera falta de talento depende siempre de quien esgrima el argumento. Por supuesto Cinema Strange son siempre la mas grande de las bendiciones y en Quatorze exemples authentiques du triomphe de la musique décorative nos lo demuestran contundentamente mas que nunca.
En Quatorze exemples authentiques du triomphe de la musique décorative vemos a unos Cinema Strange totalmente desatados de etiquetas y necesidades imperiosas del genero, se escapan totalmente de lo que es el deathrock en si mismo. Canciones que sobrepasan los 10 minutos, predominancia de bajos, influencias del rock sinfónico y guitarras que podrían ser de un grupo de post-rock son algunas de las cosas que nos dejaran ko en una primera escucha de este ya de por si inaccesible grupo. Desde los imparables bajos de Unlovely Baby hasta las afiladas guitarras de Squashed Blossom toda el trabajo instrumental en este disco esta medido al milímetro y pulido hasta lo absurdo.
Por otra parte las letras del grupo siguen en su tónica, nos cuentan historias de terror casi totalmente incomprensibles que requieren de una metódica interpretación para llegar no a una conclusión, sino normalmente a media docena de ellas todas igual de validas. Encontramos así el enamoramiento de un niño que podía exhalar fuego en The Toad Curse and How It Perished in Flames, por otra parte la historia de una niña que juega a ser marquesa y nos habla de ausencia y roturas de pie en Needlefeet y la historia de un hombre consumiéndose por dentro y que nunca soñó con dientes en Molars por poner unos ejemplos de lo incomprensible de sus letras. Si en algo son expertos Cinema Strange es provocar el desconcierto con sus canciones.
Esto sumado al artbook del cd, una consecución de imágenes del grupo como si de una familia de freaks se tratase y de la ya mas que común teatralidad del grupo, ya que sus conciertos son casi tanto un espectáculo de teatro como un concierto en si, consiguen crear un todo artificioso, falsamente ominoso y mágico.
Esta obra de Cinema Strange, punto álgido de su carrera como feriantes de pesadillas y teatralidad ahora del mas alto nivel. Sin duda una de las mayores obras de arte de la década, un disco imprescindible para cualquiera que ame el espectáculo en cualquiera de sus formas; este es el arte feriante de Cinema Strange. ¡El Grand Guignol vuelve a abrir sus puertas en forma de trece canciones y un guiño cómplice!
Deja una respuesta