Tag Archives: exploit

The Sky Was Pink

la artesanía de la pista de baile

null

La so­cie­dad con­tem­po­rá­nea pa­re­ce im­po­ner un cier­to cri­te­rio de ori­gi­na­li­dad, la ne­ce­si­dad de in­no­var a to­da cos­ta co­mo úni­co mo­do de al­can­zar un triun­fo sus­tan­cial. Esto con­tra­di­ce de for­ma muy fla­gran­te lo que se creía en la an­ti­gua Grecia ya que, pa­ra ellos, só­lo en el co­piar lo que se hi­zo an­tes se pue­de con­se­guir lle­gar a la per­fec­ción ab­so­lu­ta del dis­cur­so ar­tís­ti­co. Quizás por eso mis­mo And One si­guen tan a ra­ja­ta­bla se­guir co­pián­do­se a ellos mis­mos en su nue­vo dis­co, Tanzomat.

Siguiendo pa­so a pa­so to­do lo que hi­cie­ron en Bodypop po­dría­mos de­cir que Tanzomat es sim­ple­men­te su her­mano ge­me­lo el cual fue se­pa­ra­do de és­te al na­cer. El pun­to de auto-plagio lle­ga has­ta el des­ca­ra­dí­si­mo he­cho de prác­ti­ca­men­te ha­cer un me­ro tras­va­se en el or­de­na­mien­to de te­mas o el reapro­ve­cha­mien­to de ba­ses de su an­te­rior tra­ba­jo. Lo úni­co que cam­bia sus­tan­cial­men­te son al­gu­nos arre­glos, aquí mu­cho más sun­tuo­sos, que ha­cen que el con­jun­to ge­ne­ral ad­quie­ra un cier­to tono jo­co­so de ope­re­ta. No se lle­ven a en­ga­ño, es un dis­co ge­nial. En el he­cho de co­piar­se han ido per­fec­cio­nan­do y pu­lien­do to­dos los re­co­ve­cos que han ido con­for­man­do en sus ya más de 20 años de ca­rre­ra. Como el ar­te­sano que rea­li­za una y otra vez las mis­mas dos o tres pie­zas And One, con el tiem­po, han ido con­si­guien­do ro­zar ca­da vez más in­ten­sa­men­te la per­fec­ción. Si en co­mien­zo no eran más que un ex­ploit de Depeche Mode ac­tual­men­te han con­se­gui­do afi­nar tan­to su dis­cur­so, per­fi­lar tan bien su pro­pues­ta, que pa­ra ha­cer un nue­vo dis­co só­lo pue­den mi­rar­se al om­bli­go pa­ra ver que es lo que no fun­cio­nó en sus en­tra­ñas. El gru­po de Steve Naghavi es­tá ya más allá del bien y del mal, del co­piar o de la in­no­va­ción; And One es una obra de ar­te­sa­nía que só­lo se ve­rá cul­mi­na­da en el per­fec­cio­na­mien­to de la úl­ti­ma obra de la vi­da de Naghavi.

En el ar­te de­be­mos con­si­de­rar que siem­pre hay una di­co­to­mía en la cual el ar­tis­ta de­be ele­gir en don­de arri­bar: ser un ar­tis­ta o ser ar­te­sano. El ar­tis­ta in­no­va y crea nue­vas ten­den­cias arro­jan­do luz en las más va­rio­pin­tas ti­nie­blas; es ca­paz de ser ge­nial en to­dos los as­pec­tos que tra­te. El ar­te­sano de­di­ca­rá su cuer­po y su al­ma en ex­clu­si­va a un úni­co ejer­ci­cio, un úni­co pro­yec­to que le ob­se­sio­na­rá de por vi­da has­ta que, cer­cano ya al fi­nal, lo ha­ya lle­va­do has­ta más allá de los lí­mi­tes del mun­do; has­ta em­pu­jar los pi­la­res de la reali­dad. El ha­cer y el reha­cer, la co­pia co­mo mo­do de vi­da, es un de­seo de al­can­zar lo que es­tá más allá en­ce­rra­do en lo más pro­fun­do de nues­tros deseos.