El anti-humanismo es devolver al ser su condición de devenir perpetuo
Shamo, de Pou-Soi Cheang
En la era de lo políticamente correcto declararse anti-humanista es un crimen contra la moral, el mas humano es el monstruo que lucha por sus derechos despojados por una sociedad que se escuda en una falsa moral utilitarista; el humanismo se fundamenta en la antítesis de lo que es auténticamente humano: el generar una verdad de la existencia absoluta, pulcra en su absoluto cerrarse al posible cambio, produciendo que todo discurso se contamine del feroz desprecio hacia la existencia propio del humanismo. El auténtico héroe es el super-hombre, el hombre nietzschiano, aquel que elige sobre su propia muerte la acción para llegar a hacerse a sí mismo un sentido para su existencia medido conforme los límites de sus capacidades y aquellos deseos a los cuales aspira. Es en este sentido donde Ryo Narushima se erige como héroe imperturbable, luchador incansable por el sentido de su propio ser, en tanto como gallo de combate decide vivir su vida como quiere con lo que le ha sido dado: si el mundo decide recibirle a golpes, él los devolverá todos para conseguir abrirse paso hasta su gloria personal.
Shamo, adaptación al cine del manga homónimo, nos presenta a