¡no sembréis, horadad!
La condición mesetaria de la realidad propone varios hechos corelacionados con el mismo. Las mesetas se pueden a travesar creando túneles a través suyo, rodeándolas, pasando por encima de ellas o, incluso, aceptándolas como un asentamiento y no un obstáculo a traspasar; tal es la condición del hombre que puede hacer cambios radicales como el de ser como nómada al ser como sedentario. A partir de aquí, o de cualquier otro punto igualmente válido, es donde comenzará su reflexión Deleuze en Rizoma.
¿Qué es un rizoma? Un rizoma es un tallo subterráneo, similar pero no igual a las raíces, con varias yemas que crece de forma horizontal emitiendo brotes herbáceos de sus nudos. Los rizomas crecen indefinidamente, en el curso de los años mueren las partes más viejas pero cada año producen nuevos brotes, pudiendo de ese modo cubrir grandes áreas de terreno. Ahora, apliquen esto a la existencia humana. Una cultura de raíz crearía una jerarquía absoluta en la que no puede haber hibridación entra raíces; todo queda en la más absoluta endogamia del ser como siempre ha sido. Sin embargo una cultura rizomática se comunican todos con todos, se difumina cuales son sus principios o finales, pues todos son tránsitos hacia el devenir. Según nos dice Deleuze en su ejemplo más explicativo es como la Pantera Rosa que pinta de color de rosa el mundo haciendo devenir rosa el mundo; se configura en tanto configura su espacio de forma que se subordine a su devenir. Por eso, no plantéis, plantar es la legitimización de un sistema vertical; mejor horadad, buscad un sistema horizontal que ni siquiera es horizontal pues, en tanto rizoma, sus flujos divergentes devienen siempre en idas y vueltas en aparente caos.
Como ante un juego de espejos, no intentéis entender esto literalmente o como algo que no sea más allá de un apunte en la dirección adecuada: es eso y sólo en tanto el valor que le queráis dar. Pues en tanto yo soy multiplicidad ‑pues soy yo pero además soy al menos Deleuze y Guattari y cuantos les influenciaran a ellos- a la hora de escribir esto no puedo enseñaros ningún camino, sólo apuntar las herramientas que se esconden en el polvoriento desván del devenir. Haced mapas, y no fotos y dibujos, aun cuando estos se superpongan con el mundo.