Esta es la décima vez que nos reunimos. Desde aquella primera lista, en 2010, han cambiado muchas cosas. Nadie, salvo una persona, ha repetido en todas las ocasiones. Muchos se marcharon, otros continuaron, otros se volvieron intermitentes y sorpresivos. Nunca se sabe quién aparecerá en la lista de listas. Ni cuántos quienes serán. En parte, porque cuando se comenzó este proyecto, sólo se propusieron dos deseos, más que dos objetivos: llegar a diez entregas y, para cuando se llegara a diez entregas, que participaran cincuenta personas en ella.
No somos cincuenta. Somos cincuenta y cinco. Y son diez entregas. Eso no quita para que, antes de celebrarlo, tengamos que derramar un par de lágrimas. Fran Pinto, más conocido como Pinjed, murió este año. Por supuesto, su invitación se ha guardado. Es, en espíritu, el miembro cincuenta y seis de esta lista. No sabemos qué hubiera escrito, porque seguramente nos hubiera sorprendido. Se hubiera salido por la tangente, dejándonos a cuadros, haciendo que nos preguntáramos cómo funciona el interior de su cabeza. Es lo que hacía siempre. Por eso sólo te pido, lector, que si le conociste, te pares un minuto e imagines eso. Imagines qué tres artefactos culturales hubiera elegido este año Pinjed. No por la lista, sino por él: para que no lo olvidemos.
Ahora, sí, por favor, volvamos a la lista. Ante ti tienes cincuenta y cinco personas dando su opinión sobre las tres cosas más relevantes del 2019. No hay cohesión. No hay homogeneidad. No hay reglas, al menos, en lo que a contenido se refiere. Cada uno elige lo que quiere. Eso lleva diez años siendo igual. Y espero que siga siendo igual, al menos, otros diez años más. Pero sólo si nos seguís acompañando, vosotros, queridos lectores. Porque no hubiéramos llegado a ser más de cincuenta si nos hubierais dejado de leer muchos años atrás. Si no se hubiera convertido, en cierto modo, en una tradición que aceptamos con gusto.