Hacer cribas no es fácil. De entre todo lo que se estrena en televisión —especialmente en el caso de la televisión animada japonesa, dependiente en exceso del mercado de nicho más que del público general, la crítica o los intereses artísticos — , apenas sí destacan un pequeño puñado de producciones al año; el grueso de lo que se produce es poco interesante, cuando no directamente deleznable. Aunque de la pasada temporada destacamos cinco animes, sólo uno de ellos logró hacerse imprescindible con el tiempo: Yuri Kuma Arashi. La obra de Kunihiko Ikuhara, abrazando la repetición estructural y temática tan fuerte como el yuri, ha acabado erigiéndose como un clásico dentro de la obra del autor gracias a una narrativa tan compleja como interesante. Por otra parte, Assassination Classroom se perfila como un entretenimiento sólido con una cuidada narrativa mientras que Death Parade acabó desinflándose a partir del quinto episodio por su excesiva dependencia del método procedimental. Corramos un tupido velo al respecto de los animes restantes.
Sacar de una cosecha una obra de culto y dos obras interesantes no es poco, ¿qué podemos esperar entonces de la temporada de primavera de anime? Aún es pronto para decirlo, aunque no se pueda afirmar que la cosa haya empezado fuerte. Existe al menos una serie que habría que seguir sus pasos de forma atenta y otro par que podrían crecer hasta hacerse imprescindibles; no cabe adelantarse a los acontecimientos, al menos no todavía. No merece la pena hacerlo. Por eso hemos elegido cinco estrenos, aquellos que han superado un mínimo nivel, los más prometedores y sólidos, aceptando que pueden quedarse en el tintero cosas interesantes o no acertar en nuestra selección. Al fin y al cabo, esto no es más que una primera criba.