Mecha President!, de From Software.
Con la proximidad de las elecciones generales en este país podemos ver como la casta política insiste en marear la perdiz con malas propuestas y una campaña que roza lo absurdo por su inexistencia. Es por ello que es interesante abordar la vida política desde sus límites; introducirse en la piel del político nos puede dar una perspectiva particular de una labor incesantemente denostada en el presente. Quizás por ello From Software se decidiera a desarrollar esta rara avis, surgida de un brainstorming fuera de horas de trabajo en el izakaya, donde combinan dos conceptos mucho más próximos de lo que cualquier persona gustaría de admitir: la política y los mechas. El resultado, lejos de ser un mero pastiche afuncional que combina pinceladas aguadas de lo más significativo de ambos muchos, es una excelente fusión de estilos que abre una nueva vía en el mundo de los videojuegos.
A pesar de su incidentado desarrollo, con cancelaciones abortadas in extremis y graves problemas de financiación, el juego demuestra desde un principio que juega en la liga de los mayores: la exquisita combinación de gráficos ‑que oscilan desde el preciosismo anime de las escenas políticas hasta la estética de píxeles como puños en los recuerdos de nuestro protagonista- en conjunto con una jugabilidad a prueba de bombas hacen de este juego el lanzamiento más importante en varios años; un juego llamado a ser un clásico. ¿Y por qué? Porque no existe nada ni remotamente parecido antes de él.