No es fácil hablar de amor porque nada es tan incomunicable y bello como lo que emana de la experiencia interior. Es por eso que toda teoría sobre el amor siempre nos resulta naïf, incompleta, cursi o peligrosa: toda su concepción trasciende siempre la posibilidad de comunicarla de forma literal, tal cual es, obligándonos a usar algo que está más allá del significado de las palabras; si lo poético es el campo mejor abonado para representarlo —entendiendo por poético no sólo la poesía, sino todo acto cuya belleza confiera una lógica trascendental a su representación: la escritura, la pintura, un acto suicida, el decaimiento de algo hermoso — , entonces cabría entender que al amor no se puede llegar desde lo racional sin darle muerte por el camino. Se necesita aprehenderlo en la metáfora o el sentimiento.
La coherencia debería obligarnos a terminar de escribir aquí mismo. Ahora bien, si consideramos que el amor no muere al ser representado de forma intelectiva sino que queda en estado vegetativo —por extensión, que cabe la posibilidad de su despertar — , entonces sería lógico continuar; Hable con ella es una historia sobre la superación de lo racional, de los límites inmediatos de lo que es sano o adecuado, para sumergirse en la necesidad nacida de algo más profundo, más siniestro: la posibilidad del amor. Dos mujeres en estado vegetativo, que es imposible que salgan del coma, son acompañadas de otros tantos hombres que las cuidan y protegen y se convierten en amigos en el proceso no porque compartan nada, salvo las circunstancias que han definido la esencia de su nueva sed de amar. La imposibilidad les aprisiona, y libera, en la amistad del otro. La película se hace en esa dimensión una extraña muestra de sensibilidad donde actúan incluso quienes sólo están presentes, como muertas, a través de los recuerdos y necesidades que crean en los hombres que las aman; han dejado de ser ellos para ser los dos, o los cuatro, por la necesidad de hacer por ellas lo que no pueden hacer entonces por sí mismas, porque son los cuerpos de una fantasmagoría que necesita de la vida como las demás.