Bambi Meets Godzilla
Marv Newland
1969
La tensión imposible que logra Marv Newland con su obra seminal, para más de uno seminal en sentido literal al sentir que le han eyaculado encima al terminar de verla, consiste en alargar un chiste hasta cambiar de forma flagrante el objeto del chiste: ya que se nos promete desde el título lo único que acontecerá, decide crear el efecto humorístico a través del suspense. Durante cerca de dos minutos no vemos más que pasar créditos donde se repite una y otra vez el nombre de Newland, creando en nosotros dos posibles efectos: frustración (violenta) o frustración (humorística). Los créditos son, por tanto, parte integral de la película en tanto mecanismo interno de la misma: hace gracia porque se crea un ambiente tenso, aburrido, que hace penetrar al gag de un modo violento por su ausencia.