Todos mis compañeros de clase querían ser marines espaciales calvos que portaran armas lo más grandes y destructivas posible para exterminar alguna clase de amenaza alienígena mientras se parapetaban en coberturas destruibles. Yo soy el chico raro de mi generación, ¿que te puede ofrecer un pobre ingeniero que no pueda aportar un musculitos calvo y descerebrado en una nave perdida en el espacio?