En los policiales clásicos quien es el culpable ya se sabe en primera instancia, el trabajo es encontrar la manera de inculparle del crimen que ha cometido. El héroe, con una gran intuición pero de alma torturada, tiene que encontrar las pruebas que respalden sus corazonadas. Y esto es Luther la serie del guionista y escritor Neil Cross emitida en la BBC.
Luther es un detective de la policía con una gran intuición e inteligencia pero que, sin embargo, le cuesta sobrellevar su convulsa vida. Así se convierte rápidamente en un arquetipo de detective clásico, no solo tiene una gran capacidad deductiva e intuitiva sino también viene acompañado de una portentosa inteligencia. Él no lleva arma, siempre confía en su ingenio. Todo gira entorno a las luchas mentales que tiene Luther contra los criminales. Aunque no siempre salga bien, aunque no siempre tenga que atenerse a la ley. Tanto John Luther como Alice son inteligentes, rabiosamente inteligentes, y Neil Cross consigue que realmente nos creamos que lo son. Lo son tanto o más que nosotros o el propio Cross. No señalan obviedades evidentes o sueltan datos inútiles para conformarse como inteligentes. Dialogan, discuten, dan sus puntos de vista, tienen desacuerdos y se comportan como humanos. Son perfectas construcciones humanas, personas tomando decisiones.