La adolescencia es un problemático momento de re-afirmación social en el que todo se basa en saber encontrar tu lugar en la máxima expresión de la sociedad darwiniana: el instituto. Claro que si añadimos el depredador definitivo, el zombie, el instituto se convierte en el infierno más grande jamás concebido. Esto y muchísimo más es Highschool of the Dead.
Un grupo de adolescentes que apenas si se conocen entre ellos acaban viviendo el día más horrible de su vida cuando tienen que huir, junto con una profesora de descomunales pechos, de su instituto. La supervivencia se torna solo posible cuando confían totalmente unos en otros y aprovechan sus habilidades en conjunto. Y nadie la acaba cagando creando momentos de tensión. Muy alejada del clásico esquema, ya demasiado manido, de las películas de zombies, los protagonistas van de un lugar para otro cuando se ven superados en las 48 horas que abordan estos 12 capítulos. Un auténtico tour de force de supervivencia y continuas masacres donde el factor suerte acaba siendo determinante. En este breve espacio de tiempo no solo deben luchar contra los zombies, sino también contra su propia actitud rabiosamente adolescente. El amor, la soledad y el pasado volviendo al presente se desencadenan una y otra vez para el horror de los personajes. Cada uno tendrá serios problemas con sus actitudes, aun con dejes infantiles, desde la actitud amae de Rei hasta la actitud temeraria y sangrienta de Saeko o la escasa confianza en si mismo de Takashi. Aunque al final todos conseguirán, en cierta medida, sofocar sus actitudes en una lenta pero continua evolución de sus actitudes a lo largo de la serie.