Es difícil navegar entre la turbulenta producción del presente. Cada día se generan nuevos proyectos, nuevas obras, nuevas posibilidades, haciendo que estar al tanto de todo lo que se produce en el mundo sea una quimera equivalente al pretender poder tener conocimiento sobre todas las cosas que ocurren en la existencia. El problema es que eso nos ha llevado al etnocentrismo. En nuestro tiempo, la supremacía cultural de occidente en general y de Norte América en en particular resulta evidente: vemos sus series, leemos sus libros, incluso Nueva York nos resulta más familiar que Albacete; es más fácil enfangarse en la desmedida información promocional que nos llega sobre los productos norteamericanos —a los cuales, en último término, centra la atención la mayor parte del público— que intentar descubrir qué se está haciendo en otras latitudes. Bien sea por comodidad o por prejuicios asumidos, cualquier acercamiento hacia otra cultura es siempre visto desde la excepción, no desde la naturalidad, y siempre filtrado previamente por el interés generado por la agenda oficiosa norteamericana. Es hora de hacer otras hojas de rutas, mostrar otros caminos posibles.
Cuando la dominación cultural nos ciega, es necesario ejercer la labor de prescriptores. Si bien contra los prejuicios luchamos todos los días, ¿qué hacer contra la comodidad? Hacer cómodo el acceso a la diferencia. Es por eso que, para hablar de las series estrenadas en 2015 —sólo temporada de invierno de anime, que es la que ahora nos atañe — , nos hemos encargado de hacer una selección de series basándonos en dos criterios: que sean las más significativas por sí mismas, que el criterio de elección no sea el fanatismo otaku (cosa que ni somos ni tenemos), y que sea la primera temporada de la serie, prescindiendo así de la necesidad de «ponerse al día». Eso deja fuera estrenos importantes, como Durarara!!×2 Shō, pero aún nos permite hablar de otras cinco series. Series de las que hablamos sin más dilación, que podemos empezar a ver ya mismo.