Etiqueta: Hollywood

  • los estereotipos lo son porque funcionan

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    Que la co­me­dia es el ge­ne­ro tra­ta­do con ma­yor con­des­cen­den­cia y des­dén no de­be sor­pren­der a na­die, exis­te el mi­to ge­ne­ra­li­za­do de su es­ca­sa va­lía au­to­ral ya que no es se­rio. En es­te pun­to lle­ga Sacha Baron Cohen a de­mos­trar­nos una vez más que la co­me­dia no es se­ria por­que na­da en es­te mun­do es se­rio con Brüno.

    Brüno es un pre­sen­ta­dor de un pro­gra­ma de mo­da que crea ten­den­cia en to­dos los paí­ses germano-parlantes sal­vo Alemania que ve co­mo su éxi­to de­cae des­pués de un ac­ci­den­te y de­ci­de ir­se a Hollywood a con­ver­tir­se en fa­mo­so. Aunque ar­ti­cu­la bue­na par­te de las bro­mas den­tro de la mo­da lo que bri­lla con luz pro­pia es la con­di­ción de gay de Brüno y lo es­te­reo­ti­pa­do de la mis­ma. Así aca­ba lle­van­do has­ta el ex­tre­mo más bur­do tó­pi­cos so­bre los ho­mo­se­xua­les y los re­tuer­ce po­nien­do an­te la cá­ma­ra a in­cré­du­los que en teo­ría no sa­ben lo que ocu­rre pe­ro que no de­jan de trans­mi­tir la sen­sa­ción de que es­ta to­do pre­pa­ra­do. Y aquí lle­ga­mos a el ver­da­de­ro lo­gro de Brüno, lo­gro que se en­cuen­tra en el chas­ca­rri­llo pun­tual in­de­pen­dien­te de la reac­ción de sus in­ter­lo­cu­to­res y, so­bre­to­do, en la re­la­ción con el se­cre­ta­rio de su se­cre­ta­rio, Lutz, ver­da­de­ro con­tra­pun­to có­mi­co y hu­mano al dar el ca­riz se­rio y no for­za­da­men­te rea­lis­ta que im­pri­men el res­to de los interlocutores.

    La esen­cia de Brüno es su rít­mi­co mo­vi­mien­to de cho­rra al son de techno ma­cha­con y me­dio­cre en una per­fec­ta har­mo­nía de lo chic, lo es­te­reo­ti­pa­da­men­te gay y lo subur­bial po­li­go­ne­ro. Un rít­mi­co mo­vi­mien­to de cho­rra que se cree más pro­vo­ca­dor de lo que es pe­ro nos de­mues­tra que la co­me­dia no es se­ria, por­que la vi­da no sue­le ser seria.