1.
Según Ludwig Wittgenstein el sentido último de la ética es decirnos algo absoluto sobre la vida, lo cual encaja muy bien con la percepción habitual de la filosofía en tanto forma de pensamiento que reflexiona al respecto de las preguntas de lo absoluto. Siguiendo esta idea tendríamos que afirmar que la filosofía tiene muy poco de pensamiento exclusivo al respecto de las cosas, porque de hecho toda forma cultural piensa al respecto de la vida: la literatura, el cine, el cómic, la música y cualquier otra condición devenida por una sustancialización cultural propia del hombre es necesariamente una reflexión al respecto de la existencia. Es por ello que cualquier pretensión de aprehender la filosofía como alguna forma de ciencia de lo absoluto y no como algo que se filtra en todas direcciones, que siempre aparece en sus más variadas y maníacas formas de la existencia informe, está condenada al fracaso por el polimorfismo ambivalente propio del pensamiento; toda forma de pensamiento cultural es filosófico, pero no toda forma de pensamiento filosófico es una obra cultural. Sólo partiendo de esta premisa tendrá algún sentido todo aquello en lo que se pretenda dotar de sentido a la vida.
2.
14/06/2009. Después de varios intentos absurdos de crear un espacio donde cosechar mis inflexiones mentales, reparo en la necesidad de crear un hogar. A priori sería un lugar donde deglutir lecturas y visionados, escuchas y reflexiones, donde poder poner alguna clase de orden al batiburrillo mental que depositada en forma de breve pero drástico vomitar en los límites de la propia catarsis. Textos (muy) menores, imprecisos descubrimientos de lo afilado del lenguaje; cada vez más próximo al bordear el abismo, el tambor que resuena estruendoso contra los sesos más allá de su encierro: el devenir se convirtió en leit motiv del no-espacio mimético de la mente.
14/06/2012. Después de tres años intentando dinamitar la cabeza literaria y/o filosóficamente, no sólo sigue intacta sino que ha cosechado alabanzas y desprecios a su paso. La evolución ha sido tan drástica que celebrar un cumpleaños parece tan accesorio como innecesario: cualquier pretensión de plasmar una verdad tangencialmente reactiva, real en sí misma, para el devenir completo de todo el no-espacio presente sería como pretender aprehender la filosofía en sí misma; sólo hay devenir. Incluso cuando he jugado con seis balas en el tambor siempre ha habido un terremoto que me ha salvado de acabar con la vida del blog, y ahora ya son tres años ejerciendo la mímesis transustancial mente-blog.
3.
Conoce mente aquello que olvidarás, sombras del ayer. |
No olvides mente aquello que conocerás, sueños futuros |
4.
Más allá del mundo no hay mundo, hay nada; la nada, aunque parezca contradecir su propia proposición, es algo, es mú. La nada es la posibilidad de la existencia de un algo, es el vacío que nos permite rellenar la posibilidad de la existencia de un algo que no existía hasta el momento y que tiene una existencia autónoma por sí misma, pero a su vez nos remite algo con respecto de la realidad. Esto es la cultura. Bajo esta premisa entonces deberíamos decir que el pensamiento, que la filosofía, es aquello que nos permite responder a nuestras dudas con respecto de nuestras vidas o de nuestro mundo creando otros mundos que además son autónomos en sí mismo; el filósofo, y el filósofo es cualquiera que piense desde la nada, es el creador de mundos que van más allá de sí mismo, el que origina un pensamiento que se dispara en todas direcciones emancipándose de su propio creador. Quizás hubo una vez una persona que inventó la amistad, los vampiro o el bien, ¿pero acaso podemos considerar que aun hoy existe alguien que pueda declararse autor de esos conceptos que cada individuo ha ido llenando con parte de su propio ser, de su propio interés?
5.
No enumeraré a todas las personas que han hecho posible éste blog, porque este blog mímesis de mi propia mente es de todo aquellos que lo han fecundado: lectores, seguidores, artistas, pensadores, amigos y todo aquel que, lo sepa o no, lo ha influido. Ninguna lectura es La Lectura de nada, toda lectura es necesariamente una lectura que ingresa la posibilidad de dar una nueva forma a esa hipotética nada; no hay nada absoluto, todos nosotros somos la posibilidad de (dar forma a) la nada.
6.
Nada más allá de la neblinosa espesura se podía otear desde la ventana de su cuarto de estar, adornado de polvorientos volúmenes que parecían desperdigados desde un tiempo más antiguo que su propio génesis. ¿Habían conocido esos libros escritor? Sin duda alguna. La pluma que los concibió fue su autor, la cual presionaba de un modo grotesco a escribir a su autor. Le aullaba cada noche al autor para que la poseyera y la ayudara a seguir sus imposibles dictados que no comprendía; ningún hombre podía comprender como salía eso de una mente inocente, de una mente que nunca quiso ir más allá de sí misma, pero que sobre el papel plasmaba todo aquello que creía imposible de ser conocido. ¿Acaso él lo conocía? Lo conocía su pluma, su tortura, pues su pensamiento era ella. Escapar ni siquiera parecía una posibilidad, porque el pensamiento tortuoso de la necesidad de escribir una linea más le atenazaría con una fuerza angustiosa que sólo el moribundo en desgracia podría llegar a conocer jamás; adentrarse en la nada sin dar forma en la nada, obviar la endemoniada pluma, estaba más allá de su valor.
Estás enferma de literatura ‑le decía cada noche, como si la enfermedad no fuera compartida. Como si el no fuera el esclavo de un vampiro que se baña en la sangre de los libros obligando a sus torturados plasmar todo aquello que le da sentido a su dar forma a la nada. Sus huesos hoy son parte de ella, cumpliendo sus deseos, sólo que ahora a través de los pensamientos que susurran las plumas de aquellos que no pueden negar la necesidad de seguir explorando la noche que él les mostró.
7.
Закрой за мной дверь, я ухожу…
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