El qué es el humor es una pregunta con tantas posibles respuestas como argumentos humorísticos podamos pensar o recordar; jamás podríamos definir con exactitud todos los mecanismos detrás de algo tan complejo y poco sistemático como el humor. El estudio del humor es la realización del humor mismo ya que es irresoluble en su seno el hecho de hacer reír de saber como se refleja el hecho de reír. Nada más cercano en propósito que lo pretende (¡y consigue!) el excelente fanzine ¡Caramba! coordinado por Manuel Bartual.
Con una plantilla de colaboradores que quita el hipo éste fanzine de acabado profesional y regalos inesperados como carta de presentación, nos concede una continua retahíla de juegos, re-interpretaciones y teorías del humor; un diálogo intertextual sin alejar nunca la vista de su objetivo: hacernos reír a carcajadas. Con una serie de altibajos, cosa común en cualquier obra de autoría múltiple, se va moviendo entre la actualización de chistes antiguos ‑con mención honorífica por la genialidad que consigue Monteys con el chiste de «Van un alemán, un francés y un español…»- y la explicación de los códigos que se encuentran tras el humor. En éste segundo caso encontramos explicaciones chistosas, rozando incluso lo ridículo, pero que siempre acaban en el mismo punto: el humor como un hecho subversivo; una herramienta para herir las sensibilidades que están demasiado a flor de piel para ser convenientes. He ahí el mayor valor de ¡Caramba!, en realidad todas las historias acaban narrándonos como a través del humor podemos criticar las convenciones sociales impuestas. Y si no nos damos cuenta es porque, simple y llanamente, estamos demasiado ocupados riéndonos.
Desde los márgenes nos llega una sonora bofetada que cambia algo a todos los niveles; cambio la forma de distribución, cambia las formas del humor y cambia, por supuesto, nuestra forma de ver el mundo. Llegando un paso más allá de lo que se había llegado hasta ahora mimetizan con respecto de su discurso el medio mismo: la teoría del humor se encierra en la práctica común del mismo. Ríanse por favor, aunque hacerlo produzca arrugas también confiere auténtica salud social.