A veces la nostalgia tiene razón de ser. No siempre nos dejamos llevar por los cantos de sirena, por la mediocridad o el signo de los tiempos, sino que, muy de vez en cuando, cosas realmente prodigiosas consiguen conquistar el corazón de toda una generación sin que ello signifique un demérito para su propia calidad. Y si bien eso es una excepción, si normalmente gana el marketing o la extraña alquimia que es la suerte o la casualidad, cuando ocurre hay que quitarle el polvo de la nostalgia a aquellas obras que consiguen superar la prueba del tiempo demostrando que siempre fueron brillantes.
Algo así podríamos decir de Touch. Adaptación del manga de Mitsuru Adachi, todavía hoy considerado uno de los animes más importantes de la historia, se emitió en España bajo el nombre de Bateadores y volver a ella está teñido de una fina capa de nostalgia que nos hace pensar en la serie como en un producto menor, infantil; un reflejo de lo que fuimos que nada tiene que ver con la seriedad y profundidad que ha alcanzado la televisión, anime incluido, hoy en día.