And I’ve got miles and miles to go,
before the falling of the snow,
and I’ll be leaving soon,
before the rising of the moon,
Etiqueta: witch house
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Sólo en la noche encontrarás la auténtica catarsis del ser

I’m Still In the Night, de Salem
Esta entrada apareció originalmente publicada el 25 noviembre de 2011 en ngo y ha sido corregida y ampliada para la ocasión.
Intentar abordar la significación que tiene el witch house en general, y Salem en particular, para ser un revulsivo radical en la cultura contemporánea a todos los niveles sería un costoso ejercicio que, sin embargo, no nos llevaría a ninguna conclusión clara; ante la absoluta cercanía del evento en el que están circunscritos, de su resurrección nada pacata de una mística entendida como revulsivo radical, es imposible poder observar el movimiento desde una racionalidad analítica que nos permita delimitarlo. Lo primero que cabe afirmar cuando se habla de Salem es que, literalmente, no inventan nada que pueda ser considerado remotamente nuevo. Esto, que para algunos podría ser razón suficiente para ignorar ad aeternum al grupo -¿mística de alguna clase?¡Vade retro Satanás!-, no debería ser un problema para nadie en tanto la magia de Salem se circunscribe a una increíble capacidad para traer los espectros del pasado y subvertirlos hasta hacer de ellos una noción absoluta de espectro; lo que debe fascinarnos de Salem no es que sean punta de lanza de la espectrología, sino que son los medium que han traído a través del arte el espíritu incorrupto de Georges Bataille.
Pero esta sin-razón no se puede ver de una forma natural, buscada a partir de un análisis basado en el análisis sistemático de las conformaciones propias del ser-artístico, en tanto ya aparece como una paradoja en sí mismo: Salem son lo suficientemente convulsos, están sumergidos de tal forma en la noche, que nos resultaría imposible encontrar las similitudes que les conferimos sino es por el hecho de estar en medio de la noche misma. Es por ello que quizás esto se pueda ver de forma más preclara al abordar el tema que corona, de forma particularmente rituálica, la testa del EP: Better Off Alone. A través de una versión de los perturbadores ‑aunque por otros motivos completamente diferentes a los que se pueden esgrimir al respecto de quienes nos ocupan- Alex Dj conforman lo que podría ser la perfecta síntesis de que debe suponer una canción de witch house: densa, oscura, repetitiva, con algunos drones no demasiado pesados y la extraña sensación de que siempre hay algo más allá de sí misma. Pero es aun más interesante cuando reparamos en un hecho que puede resultar un tanto extraño: la canción original sólo tiene dos frases; ¿Tú crees que estás sólo? y Habla conmigo. De estas, como no podría ser de otra manera, sólo se salva la primera. De una oda a la amistad, de la imposibilidad de estar sólo cuando hay una persona amada en algún lugar del mundo, se pasa a un cántico de terror donde se nos sugiere que la noche tiene mil bocas barboteantes esperando su oportunidad para descuartizarnos cuando creíamos estar completamente solos.
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y en los eones por devenir, aún el oceano puede sentir

Oceanic, de Vortex Rikers
Aunque le espectrología ha sido fruto de debate más o menos continuo desde hará ya hace algunos años en el contexto de la crítica y el pensamiento musical siempre se ha circunscrito hacia ciertos puntos temporales específicos. Siempre que hablamos de esa nostalgia que contamina el discurso contemporáneo en favor de conformaciones propias de otro tiempo se hace echando la vista atrás 30 o 40 años vista; la espectrología, hasta el momento, es una nostalgia del pasado inmediato. Esto, que crea una interesante perspectiva de la velocidad propia de cuanto acontece en la contemporaneidad, se da de este modo exclusivamente porque el análisis de los valores espectrológicos se quedan en la superficie radical: en si suena similar ‑como un género popular, o incluso si tiene rasgos comunes- a lo que se produjera en algún tiempo pasado singular. Sin embargo, en este ejercicio, se obvia, como mínimo, dos aspectos propios de la teoría: se habla de espectros del pasado indeterminado la época y el análisis es eminentemente teórico, no estrictamente compositivo.
Es por ello que cuando uno se acerca a Oceanic, último EP hasta el momento del grupo de witch house Vortex Rikers, no tiene mayor sospecha de objeto espectrológico que su condición de género. Al sumergirnos en él encontramos un desarrollo de idílicas visiones, quizás romantizadas, de un sonido que mezcla los sutiles lamentos oscuros del pasado con un naïf sentimiento de dulzura. La combinación no parece tener nada de particular ni extraño y he ahí lo que nos suscita interés, pues su condición de artefacto espectrológico no es por reminiscencia de una época pasada-presente, sino que su devenir acontece en una época pasada-trascendente. Quizás Oceanic no suene como ningún otro disco de época cercana conocida, pero sí esconde tras de sí el código propio del romanticismo.
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e† prob†ema de la †den‡dad ‡ mul‡p‡c†dad

El witch house, en tanto movimiento y no sólo género musical, tiene algunas particularidades que remiten paralelamente a las propias del 15M. En los dos casos nos encontramos que los sujetos que lo componen, su fandom, son gente de clase media-baja y baja, lo cual incluye estudiantes y parados de toda clase, con un fuerte descontento con la situación actual. También comparten el hecho de ser movimientos que imitan otros movimientos anteriores desde una perspectiva hipster: desde la ironía y el distanciamiento; neutralizando parte de su capacidad subversiva para poder moverse más libremente en su entorno. Pero el punto más interesante seguramente sea su necesidad de convertirse en aidentitarios. En esta necesidad de no tener una identidad definida, de poder mutar como mejor les convenga en cada instante, rehuyen cualquier nominalismo globalizante como modo de combatir la identificación y, por ende, la neutralización. Tanto en el caso del witch house ‑también conocido como drag, rape gaze, haunted house, screwgaze o crunk shoegaze; sus seguidores, nu-goth’s- como en el del 15M ‑también conocido como Movimiento 15M, Spanish revolution y ¡Democracia Real Ya!; sus seguidores, indignados- su identidad es delimitada de forma absoluta por la prensa, pues ellos jamás se han auto-denominado de un único modo; son una multiplicidad.Un ejemplo bastante obvio, aunque nada nuevo, sería el como se desarrolla esta identidad múltiple en el witch house: a través del remix. En Ghetto Ass Witch de †‡† (aka Ritualz) nos encontramos una faceta clásica del género: un sonido heredero del hip-hop con reminiscencias del EBM. Pero, en tanto multiplicidad, el witch house no se limita a ese sonido. Así, siguiendo el remix del mismo tema que harían GVCCI HVCCI nos encontramos una faceta completamente diferente del tema. Con un particular énfasis en lo electrónico, además de unos encantadores efectos de barraca de feria, nos enseñan la parte más épica y mainstream del género. A su vez, en el otro remix de GVCCI HVCCI del tema, asume los rasgos más shoegaze del tema pero los lleva hacia el hard trance en una composición brutal, completamente ruidista, que compone una atmósfera sofocante. Y, aunque los tres temas sean completamente diferentes en cuanto que sonidos enfatizan, todos ellos son witch house. ¿Por qué? Porque el género, en cuanto es una multiplicidad, puede amoldar lo que es, su identidad, para recomponerse como la misma entidad en una nueva forma.
Es por eso que el witch house, como el 15M, tienen un índice de supervivencia mayor que cualquier otro movimiento contemporáneo suyo: han asumido una táctica inabordable por el imperialismo. Es por eso que, en su incapacidad de ser definido, se escapa continuamente poliformándose en cuantas identidades les convengan. Pero, tanto en un caso como en otro, deberán aprender a manipular esas evoluciones y no dejarlas al libre albedrío de lo que la aleatoriedad quiera hacer con ellas. Yo soy yo, porque soy muchos.
