La paradoja común en la concepción humana del tiempo es que éste se define en un ciclo continuo a través del cual hay un antes y un después perfectamente ordenado en una linea continua. El problema se da cuando nuestra noción de tiempo se desbarata pues, ¿qué ocurriría si nuestra noción de tiempo sufriera de solapamientos donde lo anterior pueda ocurrir después, y viceversa, en el tiempo; si el tiempo en vez de ser un continuo constante fuera un laberinto de posibilidades? Entonces nos encontraríamos en medio de Donnie Darko de Richard Kelly.
Donnie Darko es un adolescente bajo tratamiento psiquiátrico que una noche sufre una extraña pesadilla en la cual un conejo antropomórfico gigante llamado Frank profetiza el fin del mundo. Al despertar descubre que está en mitad de un campo de golf y que sobre su habitación cayó la turbina de un avión, salvando así su vida gracias al sonambulismo; gracias a Frank. El resto de la película es un intento por deconstruír lo ocurrido mientras toda la vida de los Darko y sus allegados se va desmoronando de un modo tan trágico como inexorable. De éste modo el argumento se va sosteniendo a través de dos hechos perentorios: la enfermedad mental y los viajes en el tiempo. Como elemento divergente, con una comprensión más allá de la lógica común, Donnie Darko es sistemáticamente instado a aplacar su carácter divergente pretendiendo ser reconducido no hacia lo que es sino lo que debería ser. Él sería la nota discordante que produce que la perfecta armonía del mundo se desmorone al instituirse en flujos deseantes divergentes, lineas de fuga, que desestabilizan el orden de la realidad social.
Por otro lado, el viaje que practica en soledad nuestro protagonista, es un viaje en el tiempo entendiendo como tal sólo en que al proyectarnos hacia el futuro nos conformamos en proyecto. En Donnie Darko no hay viajes en el tiempo en los términos clásicos del mismo debido a que el tiempo se define no como un tiempo lineal sino como un tiempo rizomático. Por ello el tiempo se establece como un devenir en el cual el pasado y el futuro se difuminan pudiendo conectar cada tiempo particular con cualquier otro tiempo particular; pueden existir dos estados que difieran entre sí en el mismo momento temporal. De éste modo el viaje del héroe no se sostiene en la búsqueda de un final determinado distante sino que consiste en el transitar por una infinidad de capas de tiempo diferentes que se solapan unas con otras para poder llegar hasta el punto final de su viaje: el colapso de los flujos deseantes divergentes. De éste modo en el final de su viaje Donnie Darko necesariamente necesita ser inmolado, auto-sacrificado, para poder así establecer un orden temporal lineal absoluto; un flujo deseante común.
La película de Richard Kelly nos narra un viaje heroico a través de un tiempo no común que esconde algo mucho más interesante, una brutal crítica hacia los flujos molares de la sociedad. Así el héroe, la única linea divergente, destruye en su condición de divergencia el mundo produciendo que sólo él en su sacrificio pueda volver a instaurar el orden en el mismo. Donnie Darko trasciende hasta convertirse en un cuerpo sin órganos para, a través de un tiempo rizomático, hacer fluir de nuevo los flujos moleculares del mundo. Y sólo en el recuerdo velado al final del camino podemos presenciar la importancia de esta lucha olvidada contra el mundo.
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