Deus Ex: Mankind Divided (Trailer)
Eidos Montreal
2015
Todo buen trailer debería funcionar como obra independiente. Aunque su labor sea promocional, ya que busca generar expectación en lo que será después la obra completa, para resultar atractivo debe ser una pieza que tenga interés ver por sí misma; las obras que no tienen valor de forma independiente de lo que representan son inútiles, incluso en términos promocionales, porque son dependientes de un contexto del que carecen per sé. En el caso de los trailers porque sirven como adelanto sin poder depender de conocer la obra, en el caso de las obras completas porque el mundo al que aluden tarde o temprano desaparecerá o caerá en el olvido. Toda obra debe ser autosuficiente, debe contener todos los códigos estético-narrativos necesarios para su interpretación, si no quiere caer en el peor de los defectos posibles del diseño artístico: la irrelevancia.
No es necesario explicar nada, porque Deus Ex: Mankind Divided se explica por sí mismo. Adam Jensen salvó el mundo en el pasado, pero las cosas no mejoraron: un grupo terrorista formado cyborg han decidido tomarse la justicia por su mano contra un gobierno que los utiliza como cabeza de turco para convencer a la opinión pública de la necesidad de imponer nuevas medidas autoritarias. En segundo plano, los amos del mundo aprovechan toda muestra de descontento para afianzar su poder a través del terror. En tanto Jensen es consciente de lo que ocurre decide no unirse al grupo terrorista, sino combatir el auténtico brazo armado del poder, el poder en las sombras. Aunque eso signifique cargar de igual manera contra gobierno, corporaciones y terroristas.
Su juego de símbolos es poderoso, sin ambigüedades. Manos, alas; nada más. Primero vemos a la policía pegando una paliza a un aumentado, el cual pide ayuda lanzando su mano al aire; después será ese mismo aumentado el que ponga una bomba en un autobús, al cual veremos poco más tarde besando la mano del líder terrorista. El dolor respondido con dolor. Por otro lado, Jensen sólo toca una mano, la de una víctima del atentado, en contraposición a la mano besada del líder terrorista. Es el héroe porque conoce el dolor de los inocentes, porque lo hace suyo, porque no lo utiliza para llevar a cabo sus intereses personales. He ahí la razón de ser de las alas. Mientras que en la anterior entrega eran el símbolo de Ícaro, transmitiendo así la perdida de humanidad al convertirse en cyborg, aquí tienen un efecto diferente: dada la aceptación de sus circunstancias es un ángel, un ser entre lo humano y lo divino, que viene al asalto de los cielos para castigar a los malvados así en la tierra como en el infierno.
Es una narración completa, cerrada para sí, aunque abierta para ser expandida a posteriori en otras obras. No es publicidad vacía, es un acercamiento al mundo de Deus Ex: Mankind Divided, al universo Deus Ex, a unas circunstancias del mundo que no son sólo nuestras, sino que también son universales a cualquier tiempo y lugar que haya habitado el hombre.
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