Introducción. Vida y muerte del capitalismo.
Uno de los problemas principales del capitalismo es que, pese a su flexibilidad aparentemente infinita con respecto de los cambios sociales, se muestra como inflexible a la hora de poder cambiar cualquiera de sus principios nucleares. Ahora si sumamos ambos hechos, la flexibilidad del capitalismo para abarcar todo pensamiento social y su imposibilidad de cambiar ni uno de sus principios regidores, comprobaremos como el capitalismo se nos presenta como la única posibilidad económica real de nuestro tiempo en tanto lo único inconcebible desde dentro del capitalismo es el fin del capitalismo mismo. Ya lo afirmaría de forma muy certera el filósofo esloveno Slavoj Žižek en una de sus más famosas sentencias: parece más fácil imaginar el “fin del Mundo” que un cambio mucho más modesto en el modo de producción, como si el capitalismo liberal fuera lo “real” que de algún modo sobrevivirá, incluso bajo una catástrofe ecológica global
El problema es que el capitalismo liberal está haciendo aguas. Si acudimos al representante primero del mismo, Adam Smith, encontraríamos una afirmación que hoy nos resultaría cuanto menos extraño oír de cualquier teórico defensor del sistema actual: no puede haber una sociedad floreciente y feliz cuando la mayor parte de sus miembros son pobres y desdichados.
Por supuesto alguien podría afirmar que esta consideración de la economía es ingenua, más aun hoy cuando parece estar completamente abocada al fracaso absoluto, con lo cual no estaría de acuerdo Santo Tomás de Aquino cuando afirma que las riquezas se comparan, a la económica, no como el fin último, sino como ciertos instrumentos, según se dice. Mas el fin último de la económica es el completo bien vivir según el trato doméstico; y el Filósofo pone por ejemplo las riquezas como el fin de la económica, según el deseo de los más
El fin del capitalismo, el principio de la nada.
Ahora bien, podemos entender que a pesar de que parece que el capitalismo liberal es insoslayable y su capacidad de auto-perpetuarse trasciende incluso las leyes de la naturaleza misma hay, efectivamente, alternativas, ¿pero cuales? El principal problema para que parezca que no hay alternativa posible al capitalismo es el hecho mismo de que no hay una alternativa real tangible dentro de las políticas más conocidas que puedan venir a sustituirlo. El socialismo, principal punta de lanza contra el capitalismo, parece encerrado en sus ideas anacrónicas por las cuales se muestran incapaces de despegarse ni un sólo milímetro de Marx mientras que, en el imaginario popular, el comunismo no es más que una distopía genocida sólo comparable a la del nazismo. Del mismo modo el anarquismo en cualquiera de sus variantes no ha presentado a día de hoy, al menos de un modo global y razonable, ninguna posible reificación real de sus teorías que no pase por un decrecimiento basado en la destrucción de la sociedad misma ‑lo cual se puede ver, de hecho, en la modesta pero firme popularidad de las teorías primitivistas de John Zerzan. Lo cual nos deja en la incómoda posición de que hoy no hay ninguna alternativa conocida que parezca poder satisfacer en su aplicación real los intereses, deseos y necesidades creadas en los hombres por causa del capitalismo.
Cuando Žižek nos afirmaba que es más fácil imaginar el fin del mundo que imaginar el fin del capitalismo lo estaba diciendo literalmente. ¿Por qué ocurre esto? Porque de hecho nos vemos desembarazos de toda posibilidad de imaginar nada fuera del capitalismo porque este ha producido que no se pueda pensar más allá de él, ya que se basa en la producción de una adicción al pasado, en términos de Simon Reynolds, a través de la fetichización de las imágenes. Si hoy el comunismo nos parece un absurdo es porque de hecho se nos presenta como un anacronismo basado en el estereotipo de su fracaso radical y por la mercantilización de sus imágenes, su vaciamiento ideológico para convertirlo en un espectro pasado; el comunismo es un fantasma del pasado, una imagen sin significado, un mal sueño que se vio fagocitado por el capital. Para explicar esto, acudiremos al filósofo Frederic Jameson:
Los grupos políticos que pretenden intervenir activamente en la historia (…) no pueden sino lamentar y censurar una forma cultura de adicción a la imagen que, con la transformación de su pasado en espejismos visuales, estereotipos o textos, impide de hecho todo sentido práctico del futuro y del proyecto colectivo. Se abandona así la reflexión sobre el cambio futuro en aras de fantasías de catástrofes absolutas y cataclismos inexplicables, desde la visión del «terrorismo» en el aspecto social hasta la del cáncer en el personal.
Si hoy no podemos pensar el futuro es porque, de hecho, se ha vaciado toda posibilidad de existir un futuro; estamos constantemente pensando en la posibilidad del fin del mundo porque, de hecho, ya estamos en el fin de la historia ‑y entiéndase aquí fin de la historia en el sentido de Fukuyama, el punto final de la evolución ideológica de la humanidad y la universalización de la de la democracia liberal occidental como la forma final de gobierno humano
Futuro posible: capitalismo rizomático.
A pesar de que podemos pensar un más allá del capitalismo pretender que ese más allá pase por la vuelta atrás hacia antiguos factum pre y no post capitalista no sería más que, a priori, un proceso de resignificación de este fin de la historia. Por ello para considerar la alternativa del capitalismo tendremos en cuenta una serie de puntos a través de los cuales edificar una teoría que no caiga en los errores económico-sociales en los cuales hemos ido cayendo hasta hoy. Es por ello que necesitamos una teoría que se muestre como una teoría que evoluciona a partir de los aciertos del capitalismo corrigiendo sus fallos, que no se nos presente como un fin histórico en sí mismo y, de forma particular, que tenga alguna conformación empírica en el mundo que demuestre su viabilidad. Así, en tanto la primera de las condiciones excluye el anarquismo y la segunda excluye a su vez el comunismo, sea cual este sistema deberá ser uno completamente nuevo que se defina como alternativa real en el mundo. Para ello vamos a hablar de capitalismo rizomático. Ahora bien, la primera pregunta sería, ¿qué es un rizoma?
Lo múltiple hay que hacerlo, pero no añadiendo constantemente una dimensión superior, sino, al contrario, de la forma más simple, a fuerza de sobriedad, al nivel de las dimensiones de que se dispone, siempre n‑1 (sólo así, sustrayéndolo, lo Uno forma parte de lo múltiple). Sustiaer lo único de la multiplicidad a constituir: escribir a n‑1. Este tipo de sistema podría denominarse rizoma.
Con esto se refieren Deleuze y Guattari al hecho de que cuando intentamos configurar una multiplicidad la única manera de configurarla no es produciendo una adición de cosas, tenemos n y añadimos uno conformando n+1, sino que sólo se puede conseguir a través de la resta, tenemos n y a éste le quitamos uno conformando n‑1. ¿Qué significa esto? Que el rizoma es aquello que no se multiplica de forma constante en todas las cosas conformando un total que se auto-reproduce, que el rizoma no suma cosas haciendo que lo multiple se convierta en uno, sino que es precisamente aquello que se sustrae, que se saca de lo uno, para hacerlo múltiple en sí mismo. Si imaginamos una manada de ñus en embestida estaremos ante un rizoma: cada uno es un uno particular (-1) de una totalidad conformada (n) precisamente en su diferencia de cada uno (n‑1); el rizoma es aquello que se extiende en todas las direcciones, que no fagocita para hacer suyo sino que se extiende él para inundar los terrenos que están lejos de sí. Cuando hablamos de un rizoma, al revés del sistema en raíz del capitalismo, no hablamos de fagocitar dentro de sí mismo todo aquello que co-existe en su espacio destruyéndolo en el proceso, sino que hablamos de que el rizoma se conecte a estos elementos sin eliminar su singularidad primaria en sí misma: si el capitalismo es raíz, fagocitación, eliminación de la identidad por el Uno (n+1) su alternativa será rizoma, inclusión, unificación de la identidad en la Comunidad (n‑1). ¿Como se produce esto? Nos lo explicarán Deleuze y Guattari:
El rizoma procede por variación, expansión, conquista, captura, inyección. Contrariamente al grafismo, al dibujo o a la fotografi’a, contrariamente a los calcos, el rizoma está relacionado con un mapa que debe ser producido, construido, siempre desmontable, conectable, alterable, modificable, con múltiples entradas y salidas, con sus líneas de fuga. Contrariamente a los sistemas centrados (incluso policentrados), de comunicación jerárquica y de uniones preestablecidas, el rizoma es un sistema acentrado, no jerárquico y no significante, sin General, sin memoria organizadora o autómata central, definido únicamente por una circulación de estados. Lo que está en juego en el rizoma es una relación con todo tipo de «devenires».
Así llegamos al sentido de que mientras la raíz, el capitalismo liberal, actúa como una perpetuización de sí mismo al declararse como Uno en su absoluto que fagocita todo cuanto se da en su esfera de influencia ‑considerando que, en último término, su esfera de influencia es el mundo en tanto tal- creciendo a través de la destrucción de significado de lo que se alimenta, el capitalismo rizomático es aquel que produce relaciones, se conecta con otras conformaciones diferentes y crece junto con ellas. Con esto nos quedamos ya con una diferencia muy clara: el capitalismo rizomático tiene la misma capacidad de integrar las diferencias dentro de su sistema que el capitalismo liberal o de raíz pero, a diferencia de éste, no destruye todo significado ulterior que en estas se contiene; cuando en el capitalismo liberal o de raíz se hace una camiseta del Ché Guevara se hace borrando toda significación política de su imagen convirtiéndolo en imagen y nada más, cosa que no ocurriría en el capitalismo rizomático en tanto seguiría conteniendo su significación política en tanto no la resignifica o designifica según sus intereses, según su propia significación. Mientras la raíz se sitúa como una fuerza única, que a partir de un centro se expande, el rizoma es una conquista inclusiva sin imposición. Es por ello que podríamos que considerar que con esto cumplimos la primera de las condiciones que le exigíamos al sistema ya que conserva sus aciertos (la capacidad de integrar lo otro en el uno) solucionando su fallo (no elimina el significado del significante).
Ahora bien, ¿qué hay de la segunda de las condiciones? Hemos afirmado que el capitalismo rizomático no debe pretenderse como una realidad histórica absoluta, como un fin absoluto a través del cual producirse como realidad última de todo cuanto existe, lo cual aun no hemos dilucidado si ocurre. No lo es en tanto el rizoma es nómada, está siempre en devenir, al contrario del capitalismo que es sedentario, se sitúa siempre en un crecimiento inmóvil por asimilación; si como ya hemos dicho la problemática es que el capitalismo liberal se nos presenta como fin de la historia, por tanto como circunscrito dentro de una historia como tal, entonces el capitalismo rizomático supera tal condición en tanto lo que no existe es una Nomadología, justo lo contrario de una historia
¿Por qué el rizoma es entonces una máquina nomádica? Porque de hecho lo único que nos piden Deleuze y Guattari a su respecto es algo muy simple escribir a n, n‑1, escribir con slogans: ¡Haced rizoma y no raíz, no plantéis nunca! ¡No sembréis, horadad! ¡No seáis ni uno ni múltiple, sed multiplicidades!
Un caso empírico de capitalismo rizomático: VALVe Corporation
La tercera condición que hemos puesto también es la más problemática a priori, ¿cómo podemos encontrar un sistema económico que haya demostrado que es viable si estamos sumergidos en medio de otro completamente ajeno? Esto sería imposible si siguiéramos un modelo que se basara en la raíz, pues una raíz pretendería imponerse sobre la otra por lo cual fracasaría el nuevo modelo mientras no se impusiera como mayoritario, lo cual nos sería poco útil teorizarlo porque para cuando pudiéramos verlo ya sería evidente. Sin embargo nuestra alternativa es rizoma, lo cual nos lleva a que ser rizomorfo es producir tallos y filamentos que parecen raíces, o, todavía mejor, que se conectan con ellas al penetrar en el tronco, sin perjuicio de hacer que sirvan para nuevos usos extraños
VALVe Corporation es una compañía de videojuegos fundada por Gabe Newell y Mike Harrington que se hizo extremadamente popular aunando éxito de crítica y público desde su primer videojuego, el pionero Half-Life. Las ideas extrañas de las que nos hablan Deleuze y Guattari están presentes en todos sus juegos, pues toda la saga Half-Life se basa en un incidente de índole de física experimental que lleva a una catástrofe multidimensional causada por la irresponsabilidad de la empresa Black Mesa ‑lo cual será igual en su spin-off Portal, en el cual será debido a Science Aperture-, pero también lo está por su incuestionable éxito económico
Es por eso que VALVe es llana. Es nuestra forma abreviada de decir que no tiene ninguna gestión, y nadie «informa sobre» nadie más. Tenemos uno de los fundadores / presidente, pero ni siquiera él es tu jefe. Esta empresa es tuya para ir en dirección-hacia las oportunidades y mantenerte lejos de los riesgos. Tienes el poder de dar luz verde a los proyectos. Tú tienes el poder de enviar los productos
Ya así la primera premisa de VALVe es que, de hecho, no hay jefes ni nadie que te dirija. En esto insistirán mucho de forma incesante en el documento con afirmaciones tan radicales como que hemos escuchado que otras empresas asignan una cantidad de tiempo de sus empleados para proyectos propios. En VALVe ese porcentaje es el 100%
Ahora bien, ¿cómo es posible que funcione un sistema donde cada cual trabaja en lo que más le place? A través de la cooperación, algo que resaltan de modo constante en todo el documento ya que todos somos responsables de nuestra relación a largo plazo con nuestros clientes
Bien, hasta aquí podemos comprender efectivamente que este capitalismo rizomático puede funcionar pero, ¿cómo se consigue esta rotabilidad del trabajo cuando, de hecho, el trabajo hoy es especializado? Derribando la concepción de que el trabajo deba ser especializado. El perfil de empleado que quieren en la empresa es el de forma‑T, es decir, las personas que son a la vez generalistas (una gran habilidad para un amplio conjunto de conocimientos valiosos-la parte superior de la T) y también expertos (entre los mejores en su campo dentro de una disciplina en particular-la pata vertical de la T)
Lo importante en un modelo de rizoma no es que las cosas se hagan por imposición de doctrina militar en tanto que es en las cosas ya que la jerarquía es ideal para el mantenimiento de la previsibilidad y la repetibilidad
Conclusión. Máquina de producción sedentaria vs. Máquina de guerra nómada
Para poder ver si un sistema podría funcionar pusimos tres condiciones: que fuera una teoría que se muestre como una teoría que evoluciona a partir de los aciertos del capitalismo corrigiendo sus fallos, que no se nos presente como un fin histórico en sí mismo y que tenga alguna conformación empírica en el mundo que demuestre su viabilidad. Llegados este punto podemos afirmar que el capitalismo rizomático no sólo cumple perfectamente estas condiciones, sino que se nos muestra como una realidad viable y tangible que podemos rastrear como una tendencia en alza que está produciendo unos resultados mejores ‑tanto en el plano puramente económico como en el de satisfacer las necesidades de aquellos que están bajo su influjo- que el de la mayoría de las empresas circunscritas a un capitalismo liberal o de raíz.
Tanto es así que deberíamos considerar que la infección que está produciendo el capitalismo rizomático al conectarse con las raíces de una forma natural sin abandonar su sistema, sin permitir ser fagocitado por el capitalismo clásico obligándole a cooperar como de hecho él hace, producirá que lentamente se vaya perpetuando en cambio haciendo que en la lenta muerte del capitalismo de raíz éste se vaya desprendiendo de su estructura para devenir rizoma. Así pues a través de una demostración teórica a través de un ejemplo empírico particular no sería atrevido presuponer que éste modelo de capitalismo, y llamado capitalismo por puro convencionalismo ante la pretensión de no nominarlo de un modo particular que lo cristalice en una realidad particular inviolable, podría acabar siendo el predominante si se le da el tiempo y las posibilidades suficiente para que se reproduzca tal y como hemos visto que es su tendencia hacer. Por ello podemos afirmar que el capitalismo rizomático es la infección que lentamente irá conquistando sin fagocitar todo proceso económico no ya por una necesidad histórica de ninguna clase, sino por la tendencia natural de todo sistema hacia una evolución constante de sí mismo.
Bibliografía.
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DELEUZE, G., GUATTARI, F., El Anti-Edipo, Pre-Textos, Barcelona, 2002
FUKUYAMA, F., The End of History and the Last Man, The Free Press, 1992
HIDALGO, S., La pobreza en España, «más crónica que nunca», Público, 22 de Febrero, 2012, En linea: http://www.publico.es/espana/423486/la-pobreza-en-espana-mas-cronica-que-nunca
JAMESON, F., La lógica cultural del capitalismo tardío, Teoría de la posmodernidad, Madrid, Trotta, 2001
SMITH, A., La riqueza de las naciones: libro I, Alianza, Madrid, 2001
VALVe Corporation, VALVe Handbook for New Employees, Bellevue, VALVe Press, 2012
ŽIŽEK, S., El espectro de la ideología, Revista Observaciones Filosóficas, nº11, 2011, En linea: http://www.observacionesfilosoficas.net/elespectrodelaideologia.html
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