The Addiction
Abel Ferrara
1995
Toda adicción encuentra su nacimiento en la angustia, en el conflicto interno, en la incapacidad de relacionarse con uno mismo. Aquel que regresa sobre el objeto de su adicción no lo hace porque encuentre placer alguno en ello —ya que el placer es derivado del deseo mientras que la adicción es, en último término, la negación de todo deseo: la búsqueda de un sentido último, definitivo, cerrado por y para sí mismo, que sólo se encuentra en la adicción en sí — , sino porque siente que sólo a través de la adicción puede seguir existiendo: desprovisto de su único interés, a solas consigo mismo, no es nada más que un ego herido a causa del trauma de haber nacido.