Debido a la densidad del post pueden escuchar una ilustrativa lista de Spotify que les guiará y desgranará todo este análisis aquí
Messier 83 es una preciosa galaxia en forma de espiral que, por su propia forma, parece que esté intentando escapar de si misma. Esto es un poco lo que pasa con el grupo que hoy nos ocupa y cuyo nombre debe a esta galaxia, M83.
El grupo M83 surge en la primavera del 2001 y ya el 18 de Abril de ese mismo año sacan su primer disco, el homónimo M83 publicado por el sello con el que han trabajado siempre, Gooom. En estos comienzos el grupo es aun esencialmente dos, el shoegazer oscuro y violento Anthony Gonzalez y el apasionado de la electrónica de baile luminoso y vitalista Nicolas Fromageau. En este primer disco ya empezamos a presenciar una constante en sus primeros trabajos, la batalla de egos de ambos músicos.
En este disco homónimo estamos siempre entre vitalistas pistas de baile de Fromageau (Sitting, Slowly) nos encontramos piezas de puro oscurantismo y majestuosidad de Gonzalez (Facing That, Kelly) siempre con uno metiendo mano en las composiciones del otro, acabando la mayor parte de las ocasiones en tierra de nadie. Esto no sería malo de no ser que acaba por quedar un extraño pastiche no muy conexo entre sonidos de pista de baile, un ambient muy flojo y un cierto toque shoegaze galáctico. A pesar de todo nos encontramos algunos momentos donde semejante mezcla funciona, como en la esquizofrénica pero igualmente sublime Violet Tree. Una esquizofrenia que, por otra parte, es la mayor lacra del disco. En cualquier caso abundan los sonidos más de baile, ambient y luminosos en general, no hay apenas escenarios fantasmagóricos y la poca violencia que hay es contenida y limitada a unos muy breves y escasos momentos. Todo esto se ve potenciado por la producción de Morgan Daguenet, muy luminosa y reforzando la labor poco inspirada, de Fromageau. Un disco irregular, inconexo, sin ninguna continuidad sonora ni estilística que hace aguas por todos lados. La excepción estaría en algunos temas particulares para clubbers que no pegan en absoluto con el espíritu de M83, a pesar de aciertos como el añadirles un cierto toque chiptune. Pero donde encontramos la verdadera magia es en lo poco que, probablemente, se le permitió trabajar a Gonzalez en condiciones, como la fantástica Kelly, donde ya se ven los pulsos más comunes que tendrá en un futuro el grupo.
Casi dos años de inactividad donde apenas si realizaron un remix del grupo Trans-Pennine Expres vuelven a la carga con nuevo disco, Dead Cities, Red Seas & Lost Ghosts. Con una punta de lanza dispuesta a barrer toda duda de la calidad del grupo y que, además, pudiera ser un hit inmediato, como así fue, es Run Into Flowers. Una canción vital y hermosa con un muro de ruido blanco que, ahora si, nos enseña los primeros pasos en la dirección correcta de lo que serían en un futuro M83.
El cambio en este nuevo trabajo es notorio, ya que de entrada tenemos un tema como Birds donde aun con ese estilo más vitalista ya empezamos a ver ligeros dejes más oscuros. El disco así se torna una continua lucha entre un dream pop electrónico meloso para vender a las masas y un inspirado y ruidista shoegaze. El primer tema donde vemos ya estos dejes más shoegaze es en Unrecorded, que de todos modos acaba viéndose lastrada por un bajón innecesario y unos elementos electrónicos que acaban por ser la antítesis de la propia canción. En cualquier caso este esquema se repetirá en otros temas, también magistrales, como America, de la cual volveremos brevemente más adelante. Por lo demás vamos encontrado ejemplos de un melosísimo, casi inaguantable, dream pop pegajoso acompañado de una electrónica pesada y repetitiva siguiendo el esquema hiperbolizado de Run Into Flowers. La producción vuelve a correr cargo de Daguenet pero en esta ocasión se le añade su extrañamente similar colega Fromageau y Gonzalez, explicando la presencia de éste último para este vuelco más oscuro. En este Dead Cities, Red Seas & Lost Ghosts caemos en lo mismo pero en menor medida, es un disco bueno pero descompensado, de nuevo muy inconexo y con esa tendencia y mezcla esquizofrénica incomprensible. A pesar de que los mayores temas sean arruinados por la obsesión de alguno de los miembros del grupo por añadir una fulgurante electrónica el el disco ya presenciamos claramente algunas de las constantes del grupo.
En este momento, por una serie de desavenencias desconocidas Fromageau decidiría abandonar el grupo dejando solo a Gonzalez al frente de M83, con resultados magníficos. Entre discos cabe acercarse con una mirada curiosa hacia uno de sus EP’s, America, con un nuevo arreglo de la propia America que vaticina el estilo que a partir de ahora, con la salida de Fromageau, va a asumir el grupo. En esa misma linea de oscuridad y samplers muy bien dispuestos encontramos Tsubasa y después en God Of Thunder podemos ver ya definitivamente esa mezcla de shoegaze y electrónica que cultivarían con tanto éxito en su siguiente disco. Con respecto a sus remixes siguen sin hacer demasiado ruido y quizás lo más interesante sea su personal remix de Protège Moi de Placebo que entroncara fuertemente en su próximo disco.
En Enero de 2005 aterriza lo nuevo del grupo, Before the Dawn Heals Us, con el grandísimo tema Don’t Save Us from the Flames abriendo fuego. El single no podría elegirse mejor, un himno vital pero ruidista y oscuro de letra simple pero absolutamente demoledora y carente de cualquier tipo de fulgurencia, esperanza o alegría. Así vemos este disco como toda la furia y las sombras contenidas por Gonzalez hasta el momento desatadas que, además, se le debe sumar un especial paso de la instrumentación en contra de la electrónica, especialmente en esas preciosas guitarras inspiración de Placebo.
En esta ocasión sin el lastre de la obsesión de los tonos luminosos de Fromageau campan a sus anchas los paisajes cósmicos de Gonzalez. Las melodías muy bien pensadas y con su punto justo de electrónica nos conducen a nuevos mundos donde la violencia, el terror y la oscuridad son la peligrosa constante. El disco no tarda en cimentarse en las diferentes facetas del particular universo que Gonzalez hace estallar en este disco. Así nos presenta desde ambientes fríos y desolados con falsas esperanzas (In The Cold I’m Standing, Safe) hasta terroríficos cantos vitalistas a la (auto-)destrucción (Teen Angst, A Guitar And A Heart) pasando por un shoegaze asfixiante y ruidista (*, Car Chase Terror!) pero siempre transportándonos a sus particulares paisajes mentales. Cabe reseñar con algo de atención Car Chase Terror! ya que es curiosamente heredera espiritual de aquella brutal America, llevándola hasta su extremo más oscuro y aterrador, con un resultado terrorífico que es capaz de amedrentar a cualquiera que se acerque a ella en las circunstancias adecuadas. Este Before the Dawn Heals Us es una brutal masacre en un accidente de tráfico múltiple ballardiano, una brutal y extrema violencia, oscura, incluso insana, hasta en los momentos que se le supone feliz y vital. De este modo se impone como el disco más absolutamente redondo de M83 por su espectacular homogeneidad en el rango heterogéneo en el que se mueve. Y esto tiene mucha lógica, producido y compuesto por el propio Gonzalez es la fusión de todos sus pulsos mentales en un único y monolítico álbum.
Entre discos esta vez si se prodigaron con algunos remixes muy interesantes que cabría la pena señalar y pararse un momento con ellos. Su remix de The Pioneers de los mediocres Bloc Party lleva la canción hacia caminos oscuros pero con un tono casi épico matizado por la voz de Kele Okereke que le da cierto toque de soul à la pop, casi como una versión (mucho más) oscura y mejor realizada de Curtain Falls de Blue. Con Suffer Well de Depeche Mode consiguen llevarlo a su terreno pero de un modo un tanto extraño, haciéndola aun más si cabe de los 80’s, lo cual la emparejaría y sera el precedente para el futuro Saturdays = Youth.
En Septiembre de 2007 desembarcan de nuevo pero con unos cambios tan curiosos como sustanciales en Digital Shades Vol. 1 cogiendo caminos mucho más ambientales con una fuerte carga instrumental. Casi un capricho de Gonzalez crea mediante un ambient ortodoxo y no demasiado sorpresivo una serie de paisajes mentales en un disco breve pero, aun con todo, sugestivo. A pesar, o precisamente por, ser una obra muy personal es una pieza clave para entender ciertos devaneos por caminos más cercanos al ambient y, sobretodo, su modo de construir estos paisajes mentales en los cuales nos introducimos con facilidad en este disco.
En este disco se mueve siempre por unos sencillos patrones que nos van creando una serie de paisajes que visitamos con parsimonia e interés. Pese a su sencillez, que no facilidad, consigue crear unas sugestivas melodías, especialmente en la mezcla de sus guitarras con elementos electrónicos, que dan forma a esos lugares fantasmagóricos tan propios de Gonzalez. A su vez, su realización de unos exquisitos drones y unas cortinas de un ligero ruido blanco violenta ligeramente las canciones mientras les da a su vez mucha más personalidad, firmándolas así con su sello. Producido, escrito e interpretado en su totalidad exclusivamente por Gonzalez es un documento indispensable para acercarse a M83 y entender su evolución y porque de sus cambios. Además nos abre la puerta para su próximo trabajo que partirá de algunas de las melodías y formas con las que ya en este disco comienza a coquetear más seriamente.
No se hace mucho de desear y en Junio del 2008 se presenta en sociedad su último trabajo, al menos de momento, Saturdays = Youth. Su carta de presentación en esta ocasión es el desconcertante Couleurs, canción instrumental fantasmagórica que mezcla un post-rock bien llevado con el shoegaze y una buena cantidad de electrónica. Casi como tratándose de unos Shonen Knife pasados por el filtro de M83. Pero esto ya nos adelanta algo muy obvio, este disco va a ser algo nuevo y piensa despuntar de lo hecho anteriormente pero no tanto cambiar como evolucionar.
Este disco lejos de acercarse a un estilo tan violentado y shoegaze como nos tiene acostumbrados se aproxima y se deja querer en mayor medida por un melodioso pero oscuro dream pop en la linea de Cocteau Twins como podemos ver en las fantásticas You Appearing o Skin of the Night. Sin embargo vuelve en ocasiones hacia el estilo de Before the Dawn Heals Us como en la maravillosa We Own the Sky, un intenso y juguetón apocalipsis de instituto. Y esa es la gran promesa y la gran decepción, si es que puede considerarse como tal, del disco, es la contrapartida pueril de Before the Dawn Heals Us. El dream pop análogo al shoegaze, las melodías pretendidamente ochenteras y juveniles nos da lugar a un estilo marcadamente adolescente, de descubrimiento del mundo y del spleen, del angst existencial. Todo esto sin renunciar a su característica violencia que hace que acabe por ser como si en Sensación de Vivir apareciera de repente Jason Voorhees acechando y asesinando a sus protagonistas. En cualquier caso la comparación sería injusta. Este es un disco intencionadamente juvenil a pesar de guardarse esos tics comunes en el que aun con todo, es como una paliza a un vagabundo por un grupo de adolescentes lo cual, en comparación con lo ballardiano de la propuesta anterior se queda un juego de críos. Pero no hay que dejarse engañar, la comparación es innecesaria, Saturdays = Youth es un disco muy bueno y con algunos hits increíbles a pesar de que padece de ciertos problemas de homogeneidad y de continuidad además de algunas canciones alargadas artificialmente. La labor de Gonzalez de arqueólogo de los 80’s respetando tanto su pureza personal como la de sus melodías es encomiable y, para más inri, muy disfrutable.
A posteriori de este disco sacaron el EP de la maravillosa Own the Sky en la cual encontramos su versión reducida en la cual va directamente al grano lo cual llega a hacerla incluso más digerible y adolescente si cabe. Es curioso el otro gran hito del EP, Je Vous Hais Petites Filles, que sería la contrapartida solemne, casi sacra, de la propia Own the Sky, como una irónica versión celestial de la misma. Estos mismos derroteros seguirían en los remixes de esta época, como en el curioso remix de Shadows de Midnight Juggernauts donde siguiendo su pauta habitual lo llevarían a unos terrenos especialmente vitalistas adornados por un precioso ruido blanco. Y su último remix es el desconcertante e indescriptible remix de Rocket Skates de Deftones, canción que acaba por hacerse una suerte de M83 acelerado, pasado de rosca y pasado por el filtro de Aphex Twin.
Cual sera el próximo paso de Gonzalez con M83 es desconocido pero no parece demasiado atrevido vaticinar una vuelta hacia los «orígenes» con un regreso al esplendido sonido de su obra más redonda, Before the Dawn Heals Us. Claro que si nos atenemos a lo que hemos escuchado en los últimos remixes no sería extraño que optara por una vía más experimental, quizás más electrónica en la cual sorprendernos dando así, una vez más, una vuelta de tuerca al propio concepto de M83. Para saberlo solo nos cabe una cosa, esperar.
Sea como fuere algo parece claro, M83 es el grupo de Gonzalez y con el es con quien despego de verdad. El que se mueve como pez en el agua con la oscuridad, las dosis justas de ruido blanco y los transmundos inventados que va originando con su propia música es el que, finalmente, se impuso como alma máter de M83. Con una serie de constantes muy definidas y obvias y obsesionado con una perspectiva del mundo a su vez ballardiana en su violencia y existencialista en su angustia se conforma como un músico muy oscuro con una arrolladora personalidad. Mirando desde los transmundos inventados conocerás el verdadero significado del dolor.
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